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[Cultura Urbana]

Recrean obras de mujeres ignoradas por la historia

"De musas a maestras" se titula el concierto a cargo del Ensamble Arcángela", que se presentará el viernes 18 de octubre en el Palacio Rioja.
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Marcelo Macellari C. - La Estrella de Valparaíso

La historia de la música docta, así como el de otras artes, ha sido protagonizada y escrita por hombres, dejando en segundo plano o derechamente en el olvido a grandes compositoras de la talla de Amy Beach, Marie Jaëll o Louise Farrenc. Sin embargo, en la actualidad la obra de estas y otras importantes autoras de distintos periodos está siendo descubierta, revalorada e interpretada por nuevas generaciones de músicos, como el Ensamble Arcángela, que ofrecerá el concierto "De musas a maestras", programado para este viernes 18 de octubre (19 horas) en el Palacio Rioja, el cual pone en valor el rol de la mujer no como objeto de inspiración, sino como creadora.

El programa del concierto, centrado en el periodo Romántico, es el siguiente: "Romance para violín y piano op. 23" de Amy Beach (1867.1944); Cuarteto para cuerdas en sol Menor, op. 14 de Emelie Mayer (1812-1883), "Feuillet d'album" de Marie Jaëll (1846-1925); Lieder: Ferne, Die Mainacht, Gondellied y Bergeslust de Fanny Mendelssohn (1805- 1847) y Trío para flauta, cello y piano en mi menor, op. 45 de Louise Farrenc (1804- 1875). Ensamble Arcángela es dirigido por Francisca Vera-Torres y lo integran Antonia Payacán y Bárbara Olivares (violín), Bruno Franulic (viola), Felipe Piñones (cello), Gastón Ruiz e Ingeborg Schweitzer (piano), Francisca Abarca (flauta) y Alejandra Chang (soprano).

Sobre la génesis de este concierto, Francisca Vera-Torres relata que "lo vengo planificando desde el año pasado, pero no pensé que se iba a concretar. Todo esto nace por la necesidad de hacer un concierto con un repertorio específico de compositoras, porque no forma parte de los programas habituales de teatros o festivales. Hay mucho desconocimiento, entre el público y también entre los músicos, sobre el trabajo de las compositoras, no es común que se hable de ellas".

Rol creador

La directora de Ensamble Arcángela empezó a leer e investigar mucho respecto al tema, así como a compilar repertorio, con ayuda de Valeria Valle, profesora del Instituto de Música de la PUCV. "Me sorprendí -dice- porque hay muchas compositoras desde que existe la música en la tradición occidental. En todas partes hay una compositora al menos y uno descubre que hubo varias generaciones que se conocieron entre ellas, fueron influyentes en su época y trabajaron junto a grandes músicos, a los cuales sí conocemos. Marie Jaëll, por ejemplo, fue colega, amiga y trabajó con Franz Liszt, sin embargo, su nombre no es conocido.Yo partí con Clara Schumman, esposa de Robert Schumman, y con Fanny Mendelssohn, hermana de Félix Mendelssohn, que son las más conocidas, pero hay muchas más. Y me he encontrado con obras preciosas, en Europa y Latinoamérica. En Chile, también hay, pero no me he dedicado aún a investigar".

A la hora de encontrar las razones para la invisibilización de estas autoras, Francisca Vera-Torres señala que "el contexto histórico en que ellas vivieron influyó mucho. A pesar del talento, la posición social y las condiciones económicas, siempre había algo que les impedía publicar sus obras o presentarse en público. Fanny Mendelssohn, por ejemplo, no se presentó en un escenario hasta que tuvo 32 años. Las dificultades que tuvieron en su época provocaron que no existan hoy sus partituras o que no hayan publicado sus obras. El rol de la creadora molesta, porque leer, estudiar y crear iba en contra de los valores y los deberes de las mujeres. Algunas de estas compositoras llegaron a ser famosas, pero en la prensa se decía que si bien eran talentosas, nunca podrían al mismo tiempo ser buenas madres o buenas esposas".

El policlínico de los libros

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Viviendo al margen

Un observador de los acontecimientos. Un hombre que vive según sus propias reglas. Eso y más abarca "Una vida salvaje y desobediente", una selección e introducción a una obra global en donde está el ensayo "Desobediencia civil", donde el filósofo estadounidense nacido en 1817 exhibe su lado político, "Recolecciones (o lo que el tiempo no ha cosechado de mi diario)", con las primeras entradas de su diario donde critica la vida moderna y "Donde viví y para qué viví", capítulo de Walden, su principal obra. En el volumen se nos presenta la cronología de la vida del pensador y profesor que se autodenominaba como anarco-pacifista, es decir, como un hombre que vive al margen del sistema, que no cree en los gobiernos ni en el Estado, que no paga impuestos y que vive en la más profunda austeridad. Asimismo, nos encontramos con su lado más espiritual, y así lo dice cuando alguien le pregunta acerca de su muerte y si hizo las pases con Dios. "No sabía que estábamos peleados". Thoreau murió a los cuarenta y cuatro años y sus últimas palabras fueron "alce" e "indígena". La obra del filósofo se podría resumir en una gran pregunta ¿cómo se debe vivir?, que es a fin de cuentas la gran interrogante que surge al leerlo. Sobre su vida alejada de la urbe, Thoreau explica. "Me fui al bosque porque quería vivir deliberadamente, afrontar solo lo esencial de la vida y ver si podía aprender de ella lo que tenía que enseñarme, y evitar, cuando fuera hora de morir, descubrir que no había vivido realmente". A lo largo del texto, los cuestionamientos surgen continuamente, la mayoría de ellos enfocados en el sistema de vida al que los hombres se rigen para vivir en sociedad. "Lo mejor es vivir dentro de ti y depender de uno mismo, siempre arremangado y listo a arrancar, sin tener muchos asuntos pendientes", expone el filósofo. Para Thoreau la vida debe ser libre, donde el contacto con la naturaleza es lo más importante, es decir, donde el hombre se encuentra a sí mismo, en el mundo que habita, alejado de las reglas. "El Estado nunca confronta los sentidos de un hombre, ya sean intelectuales o morales, pero sí su cuerpo y sentimientos. No se arma con una honestidad o inteligencia superior, sino con fuerza física superior. Yo nací para ser forzado. Respiraré los aires que me den la gana. Ya veremos quién es el más fuerte". De esta manera Thoreau reafirma su sentido de libertad, ante todo. "Una vida salvaje y desobediente" es un libro inquietante, donde nos acercamos a la visión de uno de los pensadores más relevantes y que aún se mantiene vigente. Un libro necesario.

título: "Una vida salvaje y desobediente"

autor: Henry David Thoreau. Antonio

Díaz Oliva, traductor.

editorial: Sonora