Sismo social
Lo que se observó en Santiago fue un terremoto social que tuvo varios sismos (avisos) previos. Haciendo la analogía podríamos decir que todas esas señales previas fueron advertencias, pero colectivamente las tomamos solo como eso: un sismo más. Desencadenado el este "terremoto social", con el colapso respectivo, ahora no solo toca aportar a la reconstrucción sino también estar atento a las réplicas, a las señales del entorno. El malestar social se expresó, pero podría seguir manifestándose (por ejemplo: extrapolandose a regiones). Más allá de evaluar el manejo - conducción política del Ejecutivo la cuestión de fondo es: seguiremos hablando de las consecuencias de la "evasión" o nos abocaremos a recuperar el relato político de acuerdos, de diálogo, de consensos orientado a la acción? Por el bien de Chile, esperemos que nuestros líderes estén a la altura del desafío.
Caos en Chile
El 18 de octubre de 2019 será recordado como el día en que, mientras Santiago ardía, el Presidente cenaba y celebraba en un restaurant. Cuando se pregunten los historiadores de la causa de la crisis, recordarán que el Ministro Fontaine, frente al alza del pasaje, dijera "que salgan más temprano a trabajar". Ejemplos de indolencia parecida los encuentran fácilmente en la Revolución Francesa, cuando la austriaca dijo "dejad que los campesinos coman pastel". Ahora ¿cómo van a hacer funcionar la ciudad este lunes si hay 16 estaciones de Metro quemadas? y cuando se genere descontento por ello mismo ¿cómo reaccionarán los militares? ¿se olvidarán que fue Piñera el que les cerró el Penal Cordillera?
Rodrigo Duran Guzmán
Cristian Parada