Sin lugar a dudas, el gran blanco de los manifestantes en Quilpué fueron la variada cantidad de sucursales de banco que se encuentran ubicadas en el centro de la ciudad.

Mientras varios de estos lugares fueron saqueados, llevándose escritorios, partes de computador y diversos artículos de oficina según consignaron trabajadores de las diferentes entidades que prefirieron mantener su identidad en reserva, otros locales bancarios sufrieron por lo que pareció ser un duro enfrentamiento por la noche del día sábado.

Dentro de la sucursal de Scotiabank Quilpué, ubicada justo en la esquina de calle Diego Portales, se encontró el casquillo de una escopeta justo un par de metros más adelante de lo que notoriamente era un agujero de bala que perforó el grueso vidrio del local. De forma atónita, los transeúntes que pasaban por allí se detuvieron varias veces a mirar el casquillo, casi sin darse cuenta de lo que horas antes allí había sucedido.

Tal vez basándose en la tranquilidad que generalmente ofrece el suelo bellotino, fue que el supermercado Líder ubicado en avenida Centenario, abrió sus puertas como normalmente lo hace todos los días, olvidándose de la situación que actualmente impera en nuestro país.

El comercio se llevó a cabo con normalidad, a pesar de que el flujo de gente, por razones obvias, era mayor al de un domingo normal. No obstante aquello, a eso de las 12.30 horas y mientras un buen número de clientes se encontraba dentro de local, personal del supermercado cerró abruptamente sus puertas, dejando a la gente dentro, ya que una veintena de personas llegó hasta las dependencias del lugar haciendo disturbios e intentando ingresar a la fuerza con el fin de saquear el local comercial.

Por cerca de 25 minutos, la gente permaneció encerrada dentro del edificio, mientras la turba era alejada. Tras ello, el local decidió cerrar, aunque en horas de la tarde, nuevamente fue víctima de un intento de saqueo, aunque esta vez personal de carabineros estuvo presente para evitar que se llevara a cabo el robo. Hasta el cierre de esta edición, Líder anunció que el local abrirá hoy.

Nicolás Arancibia B.

La Ciudad del Sol partió su día domingo haciéndole honor al seudónimo con la cual se le denomina, aunque la luz solo se encargó de mostrar los resquicios de lo que fue una noche cargada de falsas alarmas y desastres que terminaron con un buen número de locatarios menores lamentando la pérdida total o parcial de sus lugares de trabajo.

A eso de las 23.00 horas del sábado, principalmente a través de redes sociales, se daba aviso de que la Municipalidad de Quilpué estaba siendo consumida por las llamas. El llamado de alerta acabó siendo falso, ya que el edificio emplazado justo en frente de la estación del metro, solo terminó con un par de vidrios rotos tras una noche de caos. El fuego, sin embargo, efectivamente ocurrió, pero fue una sucursal de Farmacias Ahumada, ubicada en calle Claudio Vicuña, la gran afectada por el siniestro.

El local quedó reducido a cenizas, luego de que manifestantes, en la noche sabatina, saquearan y dieran vida a llamas tan poderosas, que no solo consumieron la droguería, sino que también arrasaron a una decena de locales menores ubicados en la cercanía al establecimiento. Luis Valencia, dueño del local La Ponderosa, que también se vio afectado por el incendió, reveló el por qué del incidente.

"A las siete de la tarde cerré mi local y me quedé toda la noche aquí para que la gente no se metiera, obviamente también cuidando a mis vecinos para que no sucediera nada", partió relatando el joven emprendedor, quien posteriormente reveló que "vi como la gente se empezaba a meter principalmente en los bancos, después comenzaron a saquear el local de Farmacias Ahumada, y el tema es que la gente empezó a apiedrar a los bomberos que intentaban apagar el fuego y no les quedó otra que irse. El Teniente tomó la decisión de retirarse porque estaban siendo amenazados".

A esperar

María Soledad Moyano es otra de las locatarias menores que fue afectada por el siniestro de la noche sabatina. "Se pide justicia en muchos casos y lo comparto, creo que debe haber un cambio, pero era la forma. Nos avisaron del incendio en la noche, ya era tarde, y no íbamos a bajar porque había toque de queda. La verdad es que es un desastre, me llevo un par de cosas que están quemadas, y que tal vez pueda limpiar y lavar, pero en general es pérdida total" relato la emprendedora que tenía un local donde vendía ropa europea. Ayer tuvieron reunión con la cámara de comercio esperando encontrar soluciones.