"Proyecto Géminis"

Hay directores no estadounidenses de innegable talento que, como culminación de su carrera, llegan a Hollywood a dirigir; generalmente con disparejo resultado. Esto porque se debaten entre el cine de autor que, paradójicamente, que los llevó a dicha ciudad y el cine comercial, que es el principal producto que le ofrecen los estudios hollywoodenses para continuar su carrera.

Un caso emblemático es Ang Lee, director vietnamita, realizador de la cinta "Proyecto Géminis" (2019), que ha dirigido interesantes películas; pero también filmes como éste, que no pasa de ser una cinta de acción, de entretenimiento, que desperdicia una buena historia, que tiene que ver con el doble, con la clonación; y que sin embargo se queda en el nivel más superficial, explotando todos los elementos arquetípicos de este subgénero, como son las persecuciones, peleas, traiciones y asesinatos; para vencer finalmente el héroe americano.

Lee, de 65 años, realizó tres largometrajes en su país, entre 1991 y 1994, que le dieron gran prestigio; antes de emigrar a Hollywood. Aquí se destacó por "Sentido y Sensibilidad" (1995) y "El Tigre y el Dragón" (2000); hasta que dirigió "Hulk" (2003), iniciando este pendular entre cintas más autorales y otras claramente comerciales. Entre las primeras se pueden anotar "Secreto en la Montaña" (2005), "Crimen y Lujuria" (2007) y "Una Aventura Extraordinaria" (2012). Entre las segundas, lamentablemente, está "Proyecto Géminis".

Esta cuenta la historia de un insuperable agente especial, Henry Brogan (Will Smith), que pretende jubilarse; pero que por oscuras razones, sus jefes, Clay Verris (Clive Owen) y Janet Lassiter (Linda Emond) deciden eliminarlo; para lo cual asignan esta misión a su clon, Junior, pero más joven; produciéndose un enfrentamiento de características tremendistas, ya que destruyen todo a su paso, por la equiparidad de capacidades entre ambos.

Como es usual en este tipo de cintas, Brogan cuanta con el apoyo de una agraciada agente, Danny Zakarweski (Mary Elizabeth Winstead); y de un excompañero de armas y eximio piloto, Baron (Benedict Wong). Como se ve, todo bastante predecible y esquemático; tanto los personajes como el desarrollo narrativo. Es de esperar que Lee, en su próxima cinta, vuelva a su veta más creativa y personal.