Erika Rojas Salazar
Gran expectación hubo dentro y fuera del Tribunal de Garantía de Viña del Mar debido al control de detención y formalización de John Cobin, el ciudadano norteamericano de 56 años, "chaleco amarillo", quien el domingo disparó a lo menos 4 veces contra los manifestantes en el tercer sector de Reñaca y dejó a Luis Ahumada con una bala en su muslo izquierdo.
El imputado, que quedó en prisión preventiva por 90 días mientras dure la investigación, alegó mediante sus abogados que se defendió debido a que se vio amenazado por una turba de manifestantes, disparando para disuadirlos.
El fiscal Álvaro Ortiz manifestó conformidad con la decisión del magistrado Roberto Pinto, pues "los antecedentes que acompañaron a esta audiencia son absolutamente conclusivos respecto al dolo aplicable a un homicidio frustrado", agregando que los fundamentos de la defensa que indicaban que Cobin iba al polígono a disparar no son verdaderos, pues quedó comprobado que el recinto no abre los días domingos.
Durante la audiencia, el fiscal Álvaro Ortiz relató que "contra toda circunstancia de proporcionalidad o de legítima defensa, indiscriminadamente impactó (con el arma) a una persona con evidente ánimo homicida", además de apuntar a "motivaciones políticas" debido a que el imputado trató a los manifestantes de "comunistas".
Chaleco amarillo
Formalizado por homicidio frustrado con agravantes e infracción a la ley de seguridad del Estado, la defensa de Cobin, a cargo de los abogados Cristóbal Valenzuela Jorge Parra y Karl Fritz, indicó que no se puede descontextualizar los hechos y alegó un "castigo social" en contra de su representado.
"Estamos hablando de un individuo que se enfrentó a una turba de 5 mil personas y que por los menos 30 se le tiraron encima, situación por la que él se hace del arma que portaba en su vehículo y empieza a apuntar a las personas, para intimidarlas y así se alejen y no lo sigan agrediendo (...) Mi representado practica tiro, conoce las armas, por lo tanto a 8 metros de distancia le hubiese bastado un tiro para matar a alguien", indicó Valenzuela.
Respecto a que usaba chaleco amarillo, la defensa detalló que lo utilizaba porque "es un distintivo de las personas que residen en Reñaca para diferenciarse de la gente que va a producir desmanes, que va a atacar las casas de todas esas familias (...) Es gente que quiere libertad de tránsito, un derecho fundamental", precisó el abogado.
Dolor de padre
José Luis Ahumada, padre del joven baleado por John Cobin, declaró muy emocionado que "me voy tranquilamente agradecido porque nadie en este país imaginó esto que está pasando: que un tipo desquiciado salga a la calle y dispare a mansalva. Es que nadie le estaba haciendo nada y eso se puede ver en los videos, un tipo que sabe disparar armas y dice que va al polígono, pero sabe que no está abierto y fue con el ánimo de herir a personas", comentó entre lágrimas el padre de Luis Ahumada, ingeniero en informática, que resultó herido en Reñaca y se mantiene internado en el hospital Gustavo Fricke.
"Debido a que esto pasó en Reñaca se sabe, pues nadie sabe con certeza cuántos porteños y cuántos viñamarinos están baleados en los hospitales. Mi hijo está con fuertes dolores, la bala le atravesó la pierna izquierda, pero el tipo quería matarlo", declaró el porteño del cerro Alegre, quien asistió junto a toda su familia al control de detención del norteamericano.