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El ABC del acuerdo político por una nueva Constitución

¿Qué votaremos en abril del próximo año? ¿Por qué son tan importantes los quórums y el mecanismo con el que vamos a elegir a los integrantes de este órgano constituyente? Abogado constitucionalista explica los detalles.
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Marcela Guajardo/Redacción - La Estrella de Valparaíso

Luego de 15 horas de discusión, la mayoría de los partidos políticos que tienen representación en el Congreso firmaron ayer el "Acuerdo por la Paz y una Nueva Constitución", un documento que entrega las bases de lo que será el proceso para lograr un nueva Carta Magna para nuestro país.

Muchos lo calificaron de un acuerdo histórico, ya que permitirá que por primera vez la ciudadanía sea la protagonista en la elaboración de la carta fundamental.

Según lo establecido en el acuerdo transversal, en abril del próximo año se realizará un plebiscito donde se preguntará por dos opciones: sí o no a elaborar una nueva Constitución.

De ser negativa la respuesta, se mantendrá la Constitución de 1980. Pero de ser positiva la mayoría, se abrirá a un proceso para redactar una nueva carta magna.

Acá también se abren dos opciones, que serán votadas por la ciudadanía en abril. La primera es la Convención Mixta Constitucional, conformada mitad y mitad por parlamentarios en ejercicio y miembros electos para este efecto. La segunda opción es la Convención Constitucional, que tiene las características de una asamblea constituyente, ya que la totalidad de sus integrantes serán elegidos para este efecto.

Cualquiera sea el método más votado por la ciudadanía, las elecciones para elegir a los constituyentes se realizarán en octubre del 2020, junto con el sufragio para alcaldes y gobernadores regionales.

Este órgano tendrá como único objetivo redactar la nueva Constitución y luego que su tarea esté completa, se disolverá. Quienes participen en él no podrán postular a cargos públicos durante un año.

Las nuevas normativas, deberán ser aprobadas por un quórum de dos tercios de los miembros del órgano constituyente. Una vez que la nueva Constitución esté redactada, se realizará un plebiscito ratificatorio mediante sufragio universal obligatorio.

El plazo de funcionamiento del órgano constituyente será de 9 meses, prorrogable una sola vez por tres meses, por lo que el referendo para aprobar o rechazar una nueva Constitución podría realizarse en 2021.

Mecanismo

Uno de los puntos que más ha generado inquietud es el alto quórum (dos tercios de los miembros del órgano constituyente) que se va a requerir para aprobar las normas que sean incluidas en esta nueva Constitución.

"Cuando las constituciones en el mundo, no solamente la chilena, establecen un quórum de dos tercios, lo que están pidiendo en la práctica es unanimidad, porque en ningún parlamento del mundo hay una fuerza representativa que tenga el 66% de los votos. Pero este acuerdo político se hace a partir de una hoja en blanco, por lo tanto vamos a discutir lo que queremos entre todos y todas. Un quórum alto lo que va a forzar es un alto entendimiento y consenso político, porque no solamente van a estar las instituciones tuyas y mías, sino que lo que va a forzar es al acuerdo. Dos tercios no significa entorpecimiento, pero siempre y cuando se parta con una hoja en blanco", explicó Christian Viera, abogado constitucionalista de la Universidad de Valparaíso.

Otra de las interrogantes sobre este proceso es el mecanismo que se utilizará para elegir a los integrantes de este órgano constituyente, si es que se aprueba en el plebiscito de abril para una nueva Constitución, ya que el cómo se elegirán no está incluido en el acuerdo político presentado por los partidos.

"La ley tiene que determinar las reglas, cómo se hace es un tema que se va a discutir ahora. Yo prefiero una opción de representación proporcional, pero corregida, con ciertas reglas especiales como paridad de género y con escaños reservados para pueblos originarios. Pero ojo, para que este proceso salga bien, tiene que ser reglado", señala Viera.

Para el abogado constitucionalista, los plazos fijados para el proceso constituyente son bastante acotados, considerando las negociaciones que tendrán que tener los partidos políticos para poder llegar a un consenso.

"El plebiscito de abril está a la vuelta de la esquina y no existe ni en la Constitución actual ni en la ley, entonces hay que hacer una reforma constitucional. Para elegir a los futuros constituyentes hay que hacer otra ley sobre cómo se va a hacer y también está a la vuelta de la esquina. Además, para hacer una Constitución uno no puede pensar que va a ser en menos de ocho meses", dice Viera.

Rechazo de sharp

Pese a que el acuerdo logró un apoyo transversal -incluso del Partido Comunista, que se restó de las negociaciones la tarde del jueves- , el alcalde de Valparaíso Jorge Sharp rechazó la fórmula y siguió insistiendo en la tesis de una "asamblea constituyente", lo cual generó una áspera polémica en redes sociales, incluso con sus compañeros del Frente Amplio.

Recién pasadas las 15.00 horas, Sharp -quien incluso había anunciado la creación de una "escuela popular constituyente" en Valparaíso- se pronunció sobre el histórico acuerdo, criticando la opción de elegir una convención constituyente, con 100% de sus miembros elegidos. "Tendremos que trabajar para hacer posible en el voto del plebiscito la opción #AsambleaConstituyente, que no está contemplada en el acuerdo de la madrugada".

Esto comenzó un largo debate incluso con miembros del FA, quienes criticaron el uso "semántico" de convención y asamblea constituyente. El diputado RD Giorgio Jackson escribió: "Vamos Jorge, puedes más que eso, ¿para qué construir una derrota sobre el nombre? (...) hay que llamar a votar por la opción que tiene un 100% de delegados constituyentes (AC) y luego ofrecer liderazgos sociales y políticos para construir la 1ra constitución democrática de nuestra historia".

"Jorge, a un vaso tú le puedes llamar cuchara, pero eso no hace que deje de ser un vaso. Enredarnos en la semántica ante una instancia 100% electa para el único fin de redactar una nueva Constitución es, de hecho, una Asamblea Constituyente", dijo el diputado Gabriel Boric, quien fue uno de los artífices del acuerdo.

Una hora después, Sharp respondió defendiendo su postura, señalando que "la elección de los miembros de la convención hace casi imposible que un vecino, un independiente, una dirigenta social o una académica, por fuera de los actuales partidos, puedan ser electo". También reiteró su postura de que voten los menores de 18 años.