Un comerciante con un TEC cerrado y otra con dos uñas menos. Fue el precio de la brutal jornada de saqueos en el centro de Villa Alemana, ocurrida el martes 26 de noviembre cuando microempresarios decidieron defender sus negocios contra quienes quería destruir los locales y la mercancía.
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Al día siguiente se registraron nuevos incidentes. Muchos comerciantes se quedaron hasta la madrugada para defender sus locales ante la ausencia de presencia policial.
En total, en Villa Alemana se han detenido solo 20 personas por los saqueos, una situación compleja si se tiene en cuenta que son cientos las personas que se reúnen para perpetrar este delito.
Muchos comerciantes están pensando en cerrar sus cortinas y otros no han tenido más remedio que empezar a despedir a sus trabajadores para poder llegar a fin de mes.
"Nosotros trabajamos todos los días hasta la hora que se puede, pero al atardecer aparece el lumpen. Las personas no quieren salir a la calle y están completamente aterrorizadas. Ese día tuvimos que transportar a personas porque no había locomoción", cuenta José Padró, presidente de la Cámara de Comercio de Villa Alemana.
El comerciante que también es dueño de Padró Bicicletas, uno de los locales más tradicionales de la ciudad, ha estado presente en muchas de las escaramuzas que han ocurrido los últimos días.
"Quedan locales completamente saqueados y lo que sacaban lo tiraban a las barricadas, incluso se peleaban entre ellos porque algunos quería robar, mientras que otros querían quemar las cosas".
Según un estudio que realizó la organización, solo en dos semanas los socios perdieron 245 millones de pesos en ventas producto de las protestas.
De un total de 400 locales que existen en el centro de Villa Alemana, unos 35 se han visto afectados en distintos niveles, con daños menores, saqueos o destrucción total.
"Son microempresarios que no facturan más de tres a cuatro millones de pesos al mes y tienen obligaciones que cumplir, por lo que ya hay comerciantes que están despidiendo a trabajadores", dice Padró.
El centro de Villa Alemana ha sido el foco de los saqueos con comerciantes afectados en el paseo Latorre, las calles Santiago, Valparaíso, Condell y Buenos Aires.
El presidente de la Cámara de Comercio de la comuna asegura que está de acuerdo con las demandas sociales.
"Creo que incluso nosotros tenemos más peticiones que la calle porque somos una importante fuerza laboral en el país. Aceptamos la demandas, pero no la violencia. Y si no fuera por Carabineros e Investigaciones, no existiría mucho comercio en Villa Alemana hoy".
Y si bien todavía existe temor sobre lo que ocurrirá al futuro, el gremio ha logrado un acercamiento con la mesa social de Villa Alemana sobre cómo se realizarán las manifestaciones.
"Llegamos a algunos acuerdos importantes ya que nosotros solo queremos trabajar tranquilos, entonces esperamos que se produzcan algunos cambios", explicó el dirigente del comercio.
La máxima preocupación del gremio es para cuatro locales que resultaron completamente destruidos y cuyos dueños quedaron con las manos vacías.
"Algunos nos la podemos arreglar, una puerta mala o una ventana rota que se puede reemplazar, pero acá hay personas que lo perdieron todo".
Las reuniones con autoridades regionales tampoco han dado frutos.
"Nos reunimos con Sercotec, Corfo y Sence, pero lamentablemente en este país todo es papeleo y ya llevamos 35 días de desórdenes.
Los comerciantes dicen sentirse abandonados por el Estado, ya que no existen las condiciones de seguridad mínimas para que ellos puedan trabajar, aunque aseguran que las policías han actuado en lo que pueden.
"Con el municipio hemos tenido apoyo en seguridad, vallas papales y cuando han destruido las cámaras de televigilancia las han repuesto. Además están limpiando a cada rato las calles porque todos los días hay escombros, pero es hasta donde se puede porque sabemos que hay menos recursos, pero se hace y hay voluntad para hacerlo", dice Pardó.
Pero los comerciantes no solo están afectados en sus bolsillos, sino también físicamente.
"Ahora llegó un asesor gratuito para hacer terapia porque la gente está aterrorizada. Me dicen que quieren salir armados, pero nosotros llamamos a contener, no a atacar. Yo he estado ahí y parece una verdadera guerra civil, algunos me han criticado por eso, pero yo tengo que cuidar a mis comerciantes", asegura José Pardó.