Secciones

La historia del San Luis que descendió por secretaría

En 1957 al club quillotano lo bajaron a Segunda por la mala inscripción de un jugador. Hinchas canarios, tal como hoy los wanderinos, estallaron en furia y protestaron llegando incluso hasta la Asociación Central de Fútbol.
E-mail Compartir

Claudio Morales Salinas

El insólito cierre de los campeonatos nacionales que votó el Consejo de Presidentes de la ANFP, castigó con injusticia deportiva a los clubes que vieron con indignación cómo les negaron el derecho a ascender de categoría, pese a que sus campañas los avalaban para subir. Wanderers fue uno de los perjudicados al no poder jugar en Primera División el 2020.

Pero los caturros no son el primer equipo de la región en ser perjudicados por una resolución que se toma ajeno a los méritos en cancha. San Luis de Quillota también sufrió en carne propia un dictamen que lo despojó de su categoría de Primera División, pese a la gran campaña que habían realizado en el torneo de 1957.

Esa temprada el conjunto canario sumó 30 puntos, siendo superado solo por Universidad de Chile (31) y el campeón Audax Italiano que completó 34. Campaña histórica por cierto en el fútbol grande, orgullo para los quillotanos y muchas loas para el argentino Juan José Negri, astro que con 37 años aportó todo su bagaje y calidad en ese gran equipo sanluisino.

Pero ese fichaje terminó siendo una condena para San Luis, pues una irregularidad en la inscripción de su contrato, despertó la suspicacia de Ferrobádmiton, uno de los equipos que había terminado en el fondo de la tabla, y que debía definir su permanencia en Primera en un triangular con los otros dos colistas, O'Higgins y Universidad Católica.

La componenda

Francisco Manzo ha documentado la historia de San Luis, y está a próximo a sacar un libro con este episodio amargo que los viejos hinchas canarios no olvidan.

"En ese triangular la UC salió última y le correspondía bajar a Segunda. Por eso se fijaron en San Luis y la inscripción de Negri. Por esa falta correspondía una multa, pero un tribunal de la Federación de Fútbol de Chile pasó por encima de la Central (ACF en esos años) y decretó la resta de 13 puntos para San Luis. Así lo hicieron bajar, fue una verdadera componenda", recuerda Manzo.

Esa resolución que condenó a los quillotanos al descenso, se tomó varios meses después de terminado el campeonato de 1957, y de hecho, San Luis ya había conformado su plantel para la próxima temporada, pensando a repetir otra gran campaña en Primera. Incluso, como consignan crónicas de la época, varios jugadores aceptaron quedarse por menos plata, y terminaron devolviendo al cuadro canario a Primera.

Caravana a santiago

Pero en ese momento, a comienzos de 1958, la rabia de los hinchas sanluisinos que se sentían víctimas de una "confabulación santiaguina", los llevó a "juntarse en la plaza de Quillota el miércoles 6 de mayo, en una protesta nunca antes vista. De ahí se fueron a Santiago en varios vagones de trenes y en autos particulares. Hasta el Consejo de Deportes (el ministerio de la época) intervino", cuenta Francisco Manzo. Era un escándalo creciente que hasta amenazó con paralizar el siguiente campeonato, pero en definitiva las autoridades del fútbol mantuvieron su postura y San Luis debió jugar ese año en Segunda.

Como conclusión, el historiador Manzo no encuentra muchos puntos de comparación con la situación que afecta hoy a Wanderers. "Tal vez porque hubo un acuerdo que perjudica a un equipo de provincia, pero hay que destacar que lo que le pasó a San Luis en esos años, fue cuando el campeonato ya estaba terminado. Ahora, al torneo de la B le faltaban fechas, y Wanderers tenía que jugar con San Luis todavía, con otros equipos al acecho además", cierra el experto en la historia de los canarios, sin dejar de considerar que la indignación de los hinchas -ya sea en Quillota o Valparaíso- era por cierto, la misma.

La Estrella de Quillota - Petorca

Torrente: "Fuimos ascendiendo un puesto por fecha"

E-mail Compartir

Preparando un viaje a su natal Argentina (el que debería concretarse en estos días) -y sin mucho ánimo de comentar lo sucedido en el último Consejo de Presidentes, en donde se decidió dar por finalizados (y sin descensos) los torneos de Primera División, Primera "B" y Segunda Profesional- el técnico de Everton, Javier Torrente, participó de un asado final de camaradería, convivencia y despedida que organizó el club, el pasado sábado en Concón.

Ya finalizada la actividad, el rosarino -que en su retorno al club, sólo alcanzó a dirigir ante la Universidad de Concepción (1 a 0), Deportes Iquique en Cavancha (0 a 0) y Curicó Unido (2-1)- señaló que "a mediados de la semana que viene (la actual), se van a estar yendo todos de vacaciones y a partir que se ha planificado el inicio del próximo torneo para el 24 de enero, nosotros estaríamos volviendo el 26 ó 27 de diciembre para comenzar la pretemporada", agregando que el sábado "se realizó un asado de despedida con muchos que por ahí finalizaron contrato y no se sabe si van a estar o no estar o sin van a renovar, puesto que todo eso ya cae en manos de Camilo Rozas, Dalsasso (Gustavo) o la dirigencia, ya pensando en lo económico".

Respecto a los tres partidos que alcanzó a dirigir, Torrente recalcó lo positivo: "Fueron 7 puntos de 9, lo que realmente nos otorgó una mayor tranquilidad. De igual modo cuando nosotros asumimos, el equipo estaba en el puesto 14 y fuimos ascendiendo un puesto por fecha... quedamos en el puesto 11".

Y pensando en el 2020, Torrente indica que "la idea va a ser tratar de pensar un equipo... un plantel y tratar de encontrarnos más próximos a los líderes".