Matias Valenzuela
Una angustiante carrera contra el tiempo protagoniza una familia porteña luego de que no les entregaran un medicamento crucial para el tratamiento que recibe su hija, por la compleja enfermedad que padece.
La pequeña lidia con una pubertad precoz central, un atípico padecimiento que produce un desarrollo fisiológico más acelerado de lo normal. La niña tiene siete años de edad, pero se desarrolla como si tuviera doce.
Triptorelina
Karina Rodríguez, madre de la niña, cuenta que desde que fue diagnosticada empezaron un tratamiento en el hospital Van Buren, donde le entregaban el medicamento, la triptorelina. El tratamiento es estricto, se requieren dosis cada tres meses que deben ser suministradas con extrema regularidad.
Pudo retirar la primera dosis en septiembre, con sorprendentes resultados. Lograron retraer su acelerado desarrollo a los nueve años y medio.
El martes pasado fue a retirar la segunda dosis, y no había stock. Peor aún, le informaron que no había certeza de cuándo llegarían más.
"La endocrinóloga me dijo que no había medicamento, que no hay fecha estimativa de entrega porque no saben cuando va a llegar, así que me dieron una receta para comprarlo en una farmacia", cuenta la madre.
La mujer cotizó cuánto cuesta el medicamento, y ronda los $300.000 la unidad; suma que no están en condiciones de financiar.
El mayor problema es el tiempo, ya que el tratamiento requiere que las dosis sean aplicadas cuando corresponde, de lo contrario podrían producirse efectos adversos.
"Esta sería la segunda dosis y la más importante en todo el tratamiento. Si no le ponemos el medicamento ahora, esto hace un efecto rebote. En vez de frenar, adelantaría el proceso que estamos tratando de impedir, por lo tanto es urgente conseguirlo", explica Karina.
Por su naturaleza, el medicamento debe ser suministrado cada 84 días, máximo 90, de modo que el plazo límite para aplicar la triptorelina es el próximo martes, sin falta.
"Solamente me dijeron que lo habían pedido, pero que no había llegado", relata Karina.
Medicamentos
El caso llegó a oídos del concejal Marcelo Barraza, quien ha hecho algunas gestiones para esclarecer la situación.
"Estamos hablando de la vida de una niña de siete años y su familia que está muy desesperada", comentó el edil. Barraza señaló que se ha contactado con Seremi de Salud y el SSVQ, donde pudo informar la situación, pero hasta el momento no se ha esclarecido qué pasa con los medicamentos. "Quedaron de darnos noticias", explica.
Agrega que este caso no es aislado. Son varios los pacientes sin remedios.
"Nosotros nos hemos dado cuenta de que esta situación se repite con mucha gente en la región de Valparaíso. Esto no se visibiliza como corresponde", reflexiona.
Consultamos al hospital respecto de este caso e informaron que se trata de un fármaco de uso ocasional, por tanto, sujeto a un proceso de compra. Además, señalaron que ya fue encargado al proveedor y debería llegar el día de hoy.