A Valparaíso se lo ama progresivamente. Como esas comidas que requieren cocción y cariño en cada ingrediente. Lo vas viendo al viejo puerto y descubres uno a uno sus ascensores, sus calles estrechas, el Teatro Mauri, bares que fueron, veleros que nunca zarparon porque sus capitanes se enamoraron de una porteña buenamoza. Lo amas al puerto como los grandes amores, a fuego lento, hasta que un día está en ti y tú en él, y no lo puedes olvidar nunca más. Muchos hombres de mar, con manos de carbón, con rostros de sal y vientos, han quedado subyugados con sus ferias y cocinerías, con la poesía implícita que es caminarlo entero, como se camina una ciudad que se ama. Hoy duele el viejo puerto, huele a cenizas, a corcho quemado, a calles inmundas y porteños que vagan con miradas ausentes. Ahí están sus viejas calles quebradas y silenciosas. Los fantasmas de Guernica, Sheridan Le Fanu, Lovecraft, algo de Girondo y cierta locura de Zurita ocupan el alma en este momento de silencio urbano. Puerto amado, te amo más que nunca, deja que te acaricie con mis manos antiguas de amor ancestral. Déjame amarte con estos ojos cansados, no tengo más vida que ésta, te abrazo con amor infinito, ese que tú me enseñaste cuando conocí tus hermosas calles. ¡No te mueras, puerto amado!

Dr. Alberto Rojas Osorio

Siempre ha sido así. Los pueblos, hoy países, ahora más que nunca, se arman para demostrar al vecino su poderío. La beligerancia acentuada, la carrera por crear armas de gran poder, tiene al mundo en el filo de la navaja. Ellos saben que una tercera guerra mundial sería una hecatombe para todos. Sin embargo, hoy, la OEA y la UNU, organismos mundiales precursores de la paz, que pesan menos que un paquete de cabritas, tienen a sus integrantes callados, viendo como los gigantes juegan un ajedrez bélico peligroso, tocándose la oreja entre ellos y nosotros seguimos, "como loros en el alambre".

¿Justificando la violencia?

Luego de más de 50 días de protesta, se está discutiendo puntualmente la ley anti encapuchados. Esta combatirá los saqueos, incendios y permanentes barricadas existentes a lo largo de Chile, las cuales afectan a toda la sociedad civil especialmente a los más necesitados, ya que están perdiendo su trabajo, los tiempos de movilización y perdiendo su derecho al libre tránsito. Pero en una situación inaudita, existieron 2 grupos que se opusieron a estos proyectos, parte del FA y el PC, y posterior a eso en múltiples declaraciones justificando las barricadas como método legítimo de protesta (Boric, Jackson, Beatriz Sanchez, etc), dándole la espalda así a los chilenos que se rompen el lomo trabajando, negando su derecho a libre tránsito, tomando actitudes totalmente anti democráticas y violentas, justificando así el vandalismo en toda su esencia. Lo cual me parece inaceptable para el Chile que soñamos.

Renato Norero

Andrés Solar