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Joven porteño era uno de los que viajaba en el avión siniestrado de la FACh

El cabo 2° Matías Zárate es oriundo del cerro Cordillera, pero vive en Santiago por su trabajo. Al menos tres de sus compañeros tienen vínculos con la región.
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Belén Velásquez N. - La Estrella de Valparaíso

Son 38 familias las que con esperanza y fe aún esperan recibir alguna noticia del siniestrado avión FACh Hércules C130, del cual se perdió su rastro el lunes por la tarde mientras viajaba de Punta Arenas a la Antártica.

Al menos cuatro del total de los tripulantes de la aeronave pertenecen o tienen vínculos con esta región. Tres son funcionarios de la aviación y una -la única mujer del vuelo- es civil de la misma institución. Uno de los mencionados es porteño: Matías Zárate García, cabo 2° de la FACh que por motivos laborales vive en Santiago, pero es nacido y criado en el cerro Cordillera de Valparaíso. Estudió en el liceo Eduardo de la Barra, tras lo cual migró hacia la aviación.

Porteño responsable

Cercanos a él aseguraron que se trata de un joven de 28 años "responsable, trabajador y muy dedicado a su familia y polola", con quien lleva una relación de aproximadamente 10 años.

Ambos viven en Santiago, pero él, preocupado de sus seres queridos, constantemente viaja a su natal puerto para visitar a sus padres y hermana, quienes aún residen en el cerro Cordillera.

Aseguran que Matías "de chico" siempre quiso pertenecer a la Fuerza Aérea, aunque nadie en su familia pertenece a ella o a otra rama castrense. En la FACh lleva alrededor de una década, donde actualmente se desempeña como mecánico en Sistema de Combustibles. "Esta era su tercera o cuarta misión a la Antártica" dice su cuñada, María Eugenia, quien asegura que "aún toda la familia mantiene la esperanza".

El segundo uniformado de la región corresponde al cabo 1° Cristopher Pacheco Carrasco, de 30 años, quien se crió en Quilpué y cursó sus estudios en el Liceo Juan XXIII de El Belloto. Había postulado por varios meses para poder ir a la misión en el continente blanco, es casado y tiene un hijo de casi dos años.

Un guerrero

Otro de los afectados por la tragedia aérea es el cabo 2° Luis Montoya Soto, casado con Caroline Carvacho con quien vive en San Felipe y tiene tres pequeños hijos. En Facebook, Caroline escribió que los niños "esperan que retorne a casa. Rogamos a quienes de buen corazón y con fe nos ayuden con su oración a nombre de Luis Arturo Montoya Soto y de las 38 personas que iban en el vuelo".

A sus palabras se sumó Diego Correa, sobrino del uniformado. "Aguanta tío Luis donde quiera que estés. Te quiero mucho, ojalá te encuentres sano y salvo, un guerrero".

De los civiles que viajaban en el avión, la única mujer es Claudia Manzo Morales, de 37 años. Ella es personal a contrata de la FACh, de profesión geógrafa y cuyos estudios los cursó en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, donde ingresó el año 2003, titulándose el 2008 según informó la propia institución.

Hasta el cierre de esta edición, personal de la Fuerza Aérea y de otras instituciones continuaban la búsqueda de la aeronave desaparecida sobre el mar de Drake.

Las historias de vida tras el C-130 que se perdió en el Mar de Drake

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"Me tiene muy entusiasmado el viaje. Quiero buscar nuevas experiencias". Así decía el año pasado Ignacio Parada (24), estudiante de la Universidad de Magallanes, antes de volar a España a una pasantía. La frase reflejaba un entusiasmo similar al que sintió esta semana antes de viajar a hacer su práctica profesional en la Antártica.

Ignacio, alumno de último año de Ingeniería Civil Química, no llegó a su destino porque es una de las 38 personas que iban a bordo del avión C-130 de la FACh que se extravió la tarde del lunes. El último reporte de su ubicación se obtuvo a las 18.13 horas mientras sobrevolaba el mar al sur de Punta Arenas y que se dio por "siniestrado" en la madrugada de ayer, cuando su reserva de combustible ya se había agotado.

"Es un alumno brillante y destacado, por eso se le seleccionó para ir a la Antártica", contó el director de su carrera, Hugo Llerena. El joven iba a recoger información sobre el sistema de agua potable de la Base Frei Montalva, lo que a su vez le serviría para su tesis.

Al igual que Parada, otros dos civiles iban en el avión. Se trata de Leonel Cabrera y Jacob Pizarro, empleados de Inproser, firma que presta servicios a la FACh. Este último, un electromecánico soldador de 38 años oriundo de San Bernardo, tiene hijos de dos y seis años y enviudó hace pocos meses. Su tío Alberto Valdivia dijo a Emol que le había expresado a la familia la emoción que sentía por la travesía.

El listado de pasajeros y tripulantes los completan 32 miembros de la FACh y tres del Ejército, quienes al igual que los tres civiles cuentan con historias de vida que marcan esta tragedia.

Entre los hasta anoche desaparecidos se encuentran los hermanos Jeremías y Luis Mancilla que viajaban juntos; la geógrafa Claudia Manzo que era la única mujer a bordo y participa del proyecto de Ignacio Parada; y el sargento 2° Cristián Venegas que según su hermana, Daniela Venegas, tiene pensado jubilar cuando acabe este año para irse a las tierras de su familia, oriunda de la Región de Los Ríos.

La búsqueda

En el grupo también figura el general de brigada Daniel Ortiz, quien en octubre fue nombrado Jefe de la Defensa en Chillán durante el Estado de Emergencia decretado en esa ciudad por la crisis social. El comandante en jefe de la FACh, general Arturo Merino, dijo que la institución apoyará a los familiares de los pasajeros, en su mayoría santiaguinos, quienes se esperaba que anoche viajaran desde la RM a Punta Arenas.

El Presidente Sebastián Piñera, quien canceló su viaje al cambio de mando en Argentina para monitorear la búsqueda, solicitó a Merino agotar todos los esfuezos "por encontrar el avión y ojalá también sobrevivientes".

El ministro de Defensa Alberto Espina voló ayer a Punta Arenas para coordinar las labores de búsqueda, que se realizan en un radio de casi 100 kilómetros, con aviones, buques y satélites de al menos seis países y en condiciones de tiempo muy desfavorables.