Llegó en el segundo semestre y en apenas unos meses se ganó el corazón de la hinchada caturra. Néstor Canelón, delantero que ya posee avanzadas negociaciones para extender el préstamo que hasta hace algunos días aún lo vinculaba a Santiago Wanderers, disfrutó como pocos la obtención del título de la Primera B.

Sin ir más lejos, el delantero confesó que entre sus planes está inmortalizar en su piel no solo la copa que ganó hace unos días junto a Wanderers, sino también el escudo de la institución porteña.

"Es algo que siempre quise hacer, quizás muchos jugadores lo han hecho, pero no me molesta copiar, quiero tatuarme este trofeo y el escudo del club con el que lo gané. Esta es la segunda copa que consigo, entonces quiero hacerlo, este equipo lo merece, ya que es la primera institución que me dio la oportunidad de jugar fuera de mi país", indicó el exCaracas, quien pretende seguir jugando por una temporada más a préstamo en los verdes, quienes de igual forma ya se encuentran negociando una potencial opción de compra. Los porteños ya presentaron una propuesta que al parecer habría tenido buena acogida en Venezuela.

En relación a su potencial nuevo vínculo con el Decano, el delantero de 28 años recordó que "a mí me trajeron por un objetivo, por mis características y creo que encajé justo al dedo. Somos todos un equipo y por eso se consiguen grandes cosas. Tengo la esperanza de que se pueda llegar a buen puerto en este tema".

Nicolás Arancibia Bórquez

Pasan los días y los porteños todavía no logran despertar de lo que parece un sueño: Santiago Wanderers jugará la temporada 2020 en la Primera División de nuestro fútbol, categoría en la que quieren mantenerse sí o sí durante varios años, buscando, porqué no, el mismo protagonismo que hace tan solo unos años los llevó a pelear la corona y luego a clasificar a Copa Sudamericana.

Luego de que se les entregase el trofeo que los proclamó como campeones de Primera B, y posteriormente compartieran una cena nocturna de celebración, los caturros ya dejaron atrás los festejos y comenzaron a centrarse en la conformación de un plantel que sea los suficientemente competitivo para dar que hablar a lo largo del año. La idea de la dirigencia caturra es que Miguel Ramírez continúe en el puesto de entrenador del equipo, todo bajo la premisa de que, de la mano del "Cheito", el club no solo consiguió el objetivo de volver a Primera, si no que además logró reencantar a la gente con un juego que, si bien por momentos fue dubitativo, también mostró pasajes de espectáculo y, sobretodo, garra, algo que en Valparaíso es especialmente valorado.

En las horas previas a conseguir el ascenso, el otrora defensor central fue cauto respecto a una posible renovación, indicando que toda la energía del club debía enfocarse en encontrar justicia deportiva. Por lo mismo y luego del viernes, los directivos verdes comenzaron las tratativas con el cuerpo técnico encabezado por Miguel Ramírez, encontrando no solo buena disposición para conversar, si no que también una marcada intención de mantener el vínculo de trabajo que hasta ese momento los unía.

Un punto clave en la negociación, de hecho, ocurrió por la tarde del día lunes. Según pudieron confirmar varios de los presentes en la cena de celebración del Decano, Rafael González, presidente de los porteños, se vio muy cercano al extimonel de San Luis, aprovechando la instancia para poder acercar partes respecto a la renovación.

Las conclusiones, aún extraoficiales, indican que ambas partes ya llegaron a completo acuerdo y, a menos que ocurra algo extraño durante los próximos días, Miguel Ramírez será oficializado como el entrenador a cargo de los designios del Decano durante su nuevo periplo en la división de honor de nuestro balompié.

Un nuevo esfuerzo

Sabido es para todos que el club porteño tendrá una importante desventaja económica en relación a los demás elencos de Primera División. Los caturros percibirán 50 millones de pesos menos que cada uno de los demás equipos a los que deberá enfrentar, razón que por un momento hizo dudar al "Cheíto" respecto a si seguir al mando del club.

No obstante lo anterior, la dirigencia wanderina habría prometido un nuevo esfuerzo económico para que aquel descalabro monetario, no se refleje en la conformación del plantel, apretando el cinturón en otras áreas para que el primer equipo pueda ser armado acorde a los objetivos planteados.