Consulta ciudadana
Por encargo de diferentes municipalidades del país, se llevó a cabo un plebiscito constituyente y de otras materias. Según los registros, participaron 2.1 millones de personas. Pelota al piso. ¿Qué tan real es esta cifra?
Dudosa, en razón de no existir las garantías democráticas básicas de un sufragio único y secreto. Se podía votar simultáneamente en diferentes municipios y otras personas podían hacerlo solo con el Rol Único Nacional de otro.
Visto lo visto, el hecho de apartarse del Servel, tomar atribuciones que no poseen y mostrarse como los paladines de la democracia, es un absurdo de las alcaldías. Además de gastar recursos escasos en algo que se realizará oficialmente en abril. Así es como la fiebre constituyente termina por socavar el Estado de Derecho y atentar contra nuestra propia democracia. El camino al infierno está plagado de buenas intenciones.
José Luis Trevia, investigador Fundación para el Progreso