Belén Velásquez N. - La Estrella de Valparaíso

Luego de siete meses alejada de las costas chilenas, ayer recaló en Valparaíso el buque escuela (BE) Esmeralda, dando por finalizado su 64° crucero de instrucción, el que este año estuvo marcado por la APEC, la COP 25 y el estallido social.

Esto último, dijo el capitán de navío Claudio Maldonado, comandante de la nave, hizo que "adoptáramos una condición especial, acorde a lo que estaba viviendo el país".

El oficial contó que antes de su recalada en Japón (22 de octubre) "tuvimos la información de la situación que vive el país y afortunadamente no tuvo impacto en lo que tuvimos que desarrollar". Sin embargo, afirmó Maldonado "hicimos un fuerte trabajo en redes sociales para contarle a la gente lo que estábamos haciendo con el buque. Viajando en el extranjero hay que adoptar medidas de seguridad y adecuarnos a las condiciones que está viviendo el país".

Ahora, como es habitual, La Esmeralda pasará por un periodo de mantención que asegure el próximo crucero de instrucción del 10 de mayo. Pero aparte de eso, la Armada ya mira al centenario del buque.

Hacia los 100 años

"La Marina está pensando y hay que complementar los periodos de mantenimiento, verificando en el astillero de Talcahuano cuáles son las condiciones, sistemas y equipos que requieran mayor intervención, (...) de manera de proyectar el buque al igual que los españoles, tienen uno de características similares de 97 años y son un ejemplo a seguir que estamos tratando de mantener", aseguró el comandante Maldonado.

Dentro de las casi 280 personas que conformaron la tripulación del BE se encontraba el marinero Roberto Pizarro, quien tras pisar tierra pudo conocer a su pequeño hijo de seis meses, Elías.

El uniformado zarpó del puerto principal cuando su pareja de hace 5 años y 3 meses, Luz García, tenía ocho meses de embarazo, lo que -según Luz- "fue complicado, pero más que nada triste, pero siempre estuve a su espera, así es la pega, la vida y la Armada y hay que apechugar", confesó la mujer.

Por su parte, entre lágrimas, Roberto aseguró que "estoy muy emocionado y contento porque el bebé está grande. Sólo nospodíamos comunicar por mensajes y yo esperaba los de ella y eso era emocionante".