Javier Tobar Zamora - La Estrella Valparaíso
Durante el pasado fin de semana, la selección nacional de voleibol disputó el preolímpico sudamericano, en el Arena Monticello, que otorgaba un cupo para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Chile estuvo cerca de la hazaña, pero pese a no concretar el objetivo, el combinado nacional logró una destada participación. Uno de sus jugadores más jóvenes es Jaime Bravo, quien destacó cada vez que se hizo presente.
El oriundo de Villa Alemana creció rápidamente en este deporte. Comenzó a los 12 años y a los 15 ya era parte de la Sub-21, equipo que participó en un torneo en Canadá. "Fue una experiencia hermosa. Poder cantar el himno nacional en otro país es algo impagable", confesó.
Este rápido éxito ha traído un importante sacrificio para el líbero. "Lo más difícil es compatibilizar deporte y estudios. La educación chilena no está preparada para deportistas. En mi caso, viajaba todos los días a Santiago, volvía tarde, tenía poco tiempo para estudiar, para preparar pruebas o leer", agregó el villalemanino, quien además, relató un episodio crítico en su vida: "En segundo medio, me dio un colapso. Sentía que algo me estaba haciendo mal, no daba más. Nunca pensé en abandonar una de las dos (deportes y estudios), porque sentí que yo podía. Mi madre, en ese tiempo, me dio todo su apoyo y fortaleza".
Apoyo familiar
Su mamá, Karina Veraguas, relata con mucho orgullo el camino que ha recorrido su hijo. "Yo siempre le exigí primero los estudios. Fue difícil al principio, pero se fue dando todo. El colegio (Champagnat) es muy exigente, pero cuando se dieron cuenta de su potencial, fueron de mucha ayuda con su desempeño académico", mencionó.
Además, sobre cómo fue ver a su hijo en esta competición, Veraguas declaró que "la arena estaba llena. Fue maravilloso ver algo así. La gente cantaba y gritaba, todos con camisetas rojas en señal de apoyo. Fue un sueño cumplido y totalmente merecido por el esfuerzo de Jaime", destacó la madre del joven de 18 años.
Estudios
Bravo egresó recientemente del Colegio Champagant y dio la PSU este año. Si bien quiere seguir practicando este deporte, tiene un camino claro en relación a su formacion profesional. "Me gustaría estudiar Economía, pero para eso debo sacar alguna ingeniería, posiblemente en la Universidad de Chile", aseveró.
Proyecciones
En relación a su futuro deportivo, el "17" de los Guerreros Rojos, tiene claros sus objetivos. "Mis proyecciones son estar en la nómina de Santiago 2023, ojalá clasificar al mundial sub-21. Dejar todo en estos torneos por 'La Roja' y por supuesto, entrar a la universidad. Quiero seguir entrenando y mejorando, darlo todo como siempre", mencionó.
Finalmente, destacó el rol de su familia y su formador en el actual momento de su carrera. "El mayor aporte para mi carrera son, claramente, mi profesor Felipe La Rosa y mis padres, quienes siempre han estado ahí para apoyarme", concluyó la joven promesa de la Región de Valparaíso.