Sibaritas
Helados York
Un clásico de Valparaíso, desde hace décadas, es ver a un señor de capa blanca recorriendo los cerros y el plan, que cargaba una caja en la espalda, haciendo sonar un cacho y entonando un cántico característico y, para muchos, muy esperanzador sobre todo en época de verano, que dice: ¡HELADO HELADITOOO!
Acto seguido los niños corrían detrás de él, dejando en pausa cualquier actividad que estuvieran realizando.
Recuerdo que en mi infancia pedíamos una moneda para ir raudamente cerro abajo a comprar helados, pero no cualquiera, sino que uno de esos productos que se alzaban como el amo y señor de este refrescante rubro: los Helados York, los cuales desde que tengo memoria ofrecen una rica variedad de sabores, tanto de leche como de agua, y de un palito o dos.
Los sabores más característicos continúan siendo, hasta nuestros días, los de Lúcuma, Coco, Frutilla, Chocolate, Plátano y Vainilla.
Un helado tan simple, pero a la vez tan especial. En mi caso el favorito por siempre ha sido el de Lúcuma.
Era bien divertido cuando venían familiares de otras ciudades, que no conocían estos helados, verlos intentar abrir el envoltorio y sacar el helado. Solo un buen porteño, como dice un amigo por ahí, sabe la técnica milenaria de cómo abrir bien un York: se debe soplar la bolsa hasta que el helado se desprenda totalmente del envoltorio.
Hoy la empresa, por exigencias sanitarias, lamentablemente tuvo que sellar este sobre que cubre al helado, sin embargo los porteños de corazón siempre recordaremos esa característica bolsa.
Hágame caso. Si aún no prueba estos helados y escucha por las calles de Valparaíso o Viña del Mar el clásico "¡Helado, HELADIIIIITO!, corra y pida su helado York, no se va a arrepentir.
"Recuerdo que en mi infancia pedíamos una moneda para ir raudamente cerro abajo a comprar helados".
dirección: Fárbica, calle Levarte 779, en la república independiente de Playa Ancha, Valparaíso.
precios: $300