Marcela Guajardo Pérez
El 12 de octubre del 2019, Daniela Olivares, viñamarina de 33 años, estaba a cinco minutos de terminar su turno en el restaurante La Barquera del Casino Enjoy de Viña del Mar cuando fue a buscar unos platos a la cocina.
Al salir, pasó por una rampa que no tenía la goma antideslizante y se resbaló. Según cuenta, en su afán por no romper los platos que llevaba hizo un esfuerzo extra y sintió un fuerte tirón en la espalda.
"Ha sido el dolor más extremo que he tenido y nunca disminuyó. Fui al camarín y mis compañeros me llevaron al policlínico, pero allá no me dieron nada. La ambulancia llegó casi una hora después", cuenta ella.
El dolor la hizo desvanecerse en algunos momentos y comenzó a perder la sensibilidad de piernas y torso. Así llegó a la Clínica Valparaíso, que tiene convenio con la Mutual de Seguridad. Pero ahí no había especialistas, así que la trasladaron al Hospital Naval donde le hicieron exámenes y le dijeron que necesitaba operarse, pero ellos no podían hacerlo.
Finalmente llegó al hospital Carlos Van Buren. Los exámenes revelaron una compresión medular y fue operada el 14 de octubre en la tarde, 48 horas después de haber tenido el accidente.
"Ahí fue donde el doctor me dijo la operación había salido con un mal pronóstico y que no podía volver a caminar", dice Daniela.
Tuvo que dejar su departamento donde vivía sola y vender todas sus cosas para instalarse en el living de una de sus hermanas. Otra hermana dejó la región de Coquimbo para venir a cuidarla.
"Vivía hace siete años sola, era súper independiente. Esto me echó a perder mi vida", afirma la viñamarina.
Semanas atrás, trabajadores habían advertido el peligro que significaba esa rampa en mal estado. Luego de ocurrido el accidente, la empresa la cambió.
Mutual
Organizan bingos y rifas para costear el tratamiento y la kinesioterapia, ya que la Mutual de Seguridad no ha tramitado su seguro médico porque no consideró que el accidente fuera laboral.
Según esta organización, Daniela habría sufrido molestias antes del hecho y las cámaras de seguridad no mostraron ninguna caída (no hay cámaras dentro de la cocina o en el pasillo donde ocurrió el accidente), por lo que calificó la lesión como de "origen común".
"Nosotros decidimos apelar directamente a la Suseso (Superintendencia de Seguridad Social) que es la que supervisa a las mutualidades y en base de eso obtener la calificación de este accidente como laboral. A ella le corresponde la cobertura porque estaba en su horario de trabajo, sufrió un accidente a causa de una acción de trabajo, no estaba haciendo otra cosa. Eran funciones que están contempladas en el contrato de trabajo. Además, los exámenes descartaron que haya existido una preexistencia. Creemos que el rechazo no atiende a motivos médicos", explica Francisco Pacheco, abogado que lleva el caso.
Empresa
La Estrella de Valparaíso se comunicó con Enjoy Viña para conocer su versión de los hechos. A través de un escrito señalan que "Una vez más lamentamos profundamente lo ocurrido a nuestra colaboradora de nuestro casino de Viña del Mar. Como compañía nos hemos preocupado desde un principio en mantener un contacto permanente con sus familiares, apoyándolos a través de ayudas concretas como la compra de insumos necesarios para su tratamiento. En el último tiempo, sin embargo, este contacto y la positiva recepción previa de sus familiares a esta ayuda específica no ha sido posible ya que no han querido mantener contacto con la empresa, sin tener como compañía explicación alguna al respecto".
En el mismo comunicado señalan que "acerca de la calificación del tipo de accidente que lamentablemente sufrió Daniela, es importante señalar que son considerados accidentes laborales todos aquellos incidentes que ocurren a causa o con ocasión del trabajo, donde exista un mecanismo causal claro de la empresa y que haya originado el accidente. En el caso de nuestra colaboradora, la Mutual Seguridad nos ha confirmado que el mecanismo causal no es motivo del origen de las consecuencias médicas que nuestra colaboradora presenta".