Javier Tobar Zamora

Corre el año 1997 y un pequeño se sienta junto a su padre a ver la televisión en Valparaíso. Es noche de sábado y se siente la primera campana en el programa RAW de la World Wrestling Federation (WWF), donde los mayores exponentes mundiales de la lucha libre mostraban todo su talento en el cuadrilátero.

Más de 20 años después, el pequeño Eduardo Canepa siente la misma pasión que corría por sus venas cuando miraba la pantalla, aunque esta vez lo hace bajo el seudónimo de Shocko, quien es reconocido como uno de los mayores exponentes regionales y nacionales de la disciplina.

"Conocí la lucha gracias a mi padre. Él era fanático de la WWF y la veíamos juntos. Grabábamos los capítulos en VHS y después coleccionábamos los DVD", cuenta el luchador porteño sobre sus primeros acercamientos con este deporte.

Respecto a sus primeros pasos sobre la lona, la ágil estrella local del ring recordó que "me enteré de una agrupación en Valparaíso. Le insistí a mi papá para que fuéramos a ver las peleas y me acompañó. Descubrimos la lucha libre porteña, que en ese entonces dejaba mucho que desear. Al ver que el nivel no era tan alto, me dije 'yo puedo hacer esto' y lo logré de buena forma. Pasaron los meses y finalmente me uní a Valparaíso Lucha Libre (VLL)".

Canepa, quien con el pasar de los años fue campeón en VLL e incluso profesor de su escuela, confiesa además que "los primeros entrenamientos eran duros, pero era un dolor satisfactorio. Estaba muy feliz".

El paso adelante

El Campeonato Nacional de Lucha es la empresa más destacada de la disciplina en el país y "una de las mejores de Sudamérica", según Shocko, quien sobre su participación recalca que "es siempre una experiencia enriquecedora cuando voy a Santiago, porque la lucha libre se vive profesionalmente, sobretodo a nivel de producción. Siempre se aprende mucho y se comparte con luchadores destacados de todo el país".

Tras tener experiencia en la liga nacional, Eduardo comenzó a estudiar Pedagogía en Educación Física, bajo la idea de formar su propia escuela de lucha. "Dos amigos míos, Drako y Huracán Tuja, me incentivaron a dar el paso de crear una agrupación, hasta que un día la cosa fluyó. Estaba en el gimnasio y conocí a una persona que resultó ser el administrador del Gimnasio Kamakura de Viña del Mar. Cuando le comenté la idea, me dijo que no había problema, que fuera a ver el espacio y yo fui ese mismo día a revisar todo. Es así como comenzó a formarse lo que es hoy la V Pro Wrestling", recuerda el porteño, quien revela que comenzar con su propia agrupación no fue nada de sencillo.

"Golpeé muchas puertas y varios me las cerraron. Xplosión Nacional de Lucha, de Santiago, me ayudó al principio y funcionábamos como centro de entrenamiento de ellos. Al tiempo me independicé, que era mi idea en un principio, pero siempre agradecido de ese primer empujón que me dieron", aseguró el llamado 'luchador intergaláctico'.

Sobre el desarrollo y actual y proyecciones de su academia, el entrenador menciona que "comenzaron a llegar los alumnos y esto empezó a fluir de una forma maravillosa. En un principio no teníamos nada, hacíamos clases en tatamis, pero a los seis meses ya estábamos con el ring completo. Los luchadores me motivan a poder elevar el nivel de la región. Me gustaría viajar para especializarme como formador y ayudar a luchadores a ser más capaces y con herramientas y competencias suficientes, para que ellos queden a cargo de la lucha en la región y puedan masificarla", enfatizó Shocko.

La Estrella Valparaíso