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Corazón y aguante: porteños saqueados surgen de las cenizas

Tras ver sus negocios sucumbir ante la delincuencia, decidieron reabrir las puertas y remontar las pérdidas.
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Matias Valenzuela

Perdieron sus negocios en la última semana de noviembre, considerada la más destructiva para el comercio local. Pese a la injusticia del caos, salieron adelante con la esperanza de retomar las ventas.

El 25 y 26 de noviembre pasado, los saqueos en calle Condell fueron despiadados, dejando negocios completamente destruidos. No quedaron más que escombros y vidrios rotos.

Algunos de estos cerraron para siempre o se fueron de la ciudad. Otros en cambio, se rehusaron a bajar los brazos y renunciar a sus sueños de toda la vida y volvieron a intentarlo una vez más. Algunos en otro local, otros con menos mercadería, trabajando para retomar a la clientela, pero todos con la alegría de siempre.

La disquería Mayra, tuvo pérdidas invaluables, pues es difícil poner precio al arte. Su dueño, Tony Alderete, cuenta que jamás tuvo en duda la decisión de reabrir las puertas, pues éste es el rubro donde ha trabajado toda su vida.

"Esto es parte de un concepto, de una filosofía de vida, o sea, tú agarras esta profesión. Yo toda mi vida me dediqué a los discos", resume.

El argentino adoptado por Valparaíso cuenta que no se recuperó nada de lo que perdió, ninguna guitarra, vinilo, ni uñeta.

Para poder volver a trabajar, dice que recibió ayuda de los contactos que tiene en la escena musical, con los mismos que trabaja desde que abrió la disquería, hace 22 años.

"Recibí ayuda de los proveedores, muchos de ellos tienen varios años de relación con nosotros, y nos dieron un apoyo fuerte", explica.

Después de lo ocurrido, Tony exhibe una actitud sorprendente considerando lo que pasó, dice no sentir rencor por las personas que destruyeron su disquería.

"Yo te juro que no tengo ninguna rabia contra los tipos que hicieron esto. Quiero olvidarme y empezar todo de nuevo, agradecerle al público que apenas se enteró que volvimos, llegaron rápidamente", comenta.

Respecto de lo venidero, con marzo a la vuelta de la esquina, reflexiona: "Yo no creo en los resguardos, he visto que se abren casas que son verdaderas fortalezas, yo creo que hay que tener la suerte de que no te toque el número premiado".

Físico y online

En PC Driver, tenían un amplio local en el que trabajaron por más de una década, pero los daños sufridos aquel día fueron tan serios que todavía no han podido regresar. Para no perder tiempo se reinstalaron en una habitación contigua con menos stock en vitrinas.

Eduardo Miranda, relata que al principio pensaron trasladarse cien por ciento a la venta por internet, pero finalmente optaron por complentarlo con un negocio físico, el que abrieron la semana pasada, casi al lado de su antigua casa comercial.

"De a poco nos vamos reinventando. Hay que tirar para arriba no más", expresa.

El grueso de la mercadería está en bodega. Si pides un producto, está disponible para retirar en 24 horas. Es el mecanismo que resolvieron para evitar volver a perderlo todo.

"La idea es seguir aquí, ojalá no pase nada más grave. Ya nos armamos, así que vamos a salir adelante", se alienta.

Levantemos chile

Cuando Alvaro Gómez llegó a su negocio de accesorios para celular, Todomovil, tuvo que sacar lo que quedó de su tienda con una escoba. Impactante.

Para poder volver a trabajar tuvo que esperar que el dueño del inmueble reparara primero los daños.

Con esfuerzo y dedicación, armó un pequeño stock de mercadería para empezar a vender. Venta a venta, va saliendo para arriba.

"Lo que me dejaron, es lo que estoy tratando de vender y darle movimiento", narra.

En su caso particular, obtuvo una ayuda inesperada. Tras el saqueo, el panorama era oscuro, no había recibido ningún beneficio, y tras postular a varios programas solidarios, recibió una llamada de la fundación Levantemos Chile.

Él entregó todos los antecedentes y fue aceptado para recibir una ayuda económica, específicamente la compra de mercadería. "Eso a mí me sirve de sobremanera", asegura.

Alvaro detalla que de todas maneras está avanzando los trámites para cambiarse a Viña del Mar.

"Seguir aquí es imposible. Gracias a Dios la familia ha estado presente, ha sido un pilar fundamental para salir adelante", dice.