En medio de la incertidumbre que reinaba en general en el país con la llegada de 2020, en el ámbito energético el año ya trae algunas cuentas alegres que sacar, con cifras muy evidentes.
A enero de este año, el 38% de los proyectos actualmente en construcción corresponden a energía fotovoltaica, seguidos por los eólicos, con un 27%. Con estos contundentes números, las energías renovables están dejando atrás a otras fuentes tradicionales, que históricamente han generado una importante Huella de Carbono. Si bien en los últimos 3 años y en cuanto a capacidad instalada, la composición de las distintas fuentes dentro de la matriz ha sufrido leves variantes, cabe destacar que la energía solar por sí sola ya superó el 10% de la participación, prácticamente duplicando la cifra que ostentaba hace 3 años. Esto responde en gran medida a la política establecida en Chile, con miras a lograr la ambiciosa meta de descarbonizar el país para el año 2050. Pero al mismo tiempo, se debe a los permanentes esfuerzos de la industria, que ha sabido aprovechar las inmejorables condiciones para el desarrollo permanente de energías limpias.
Medidas para frenar la violencia
¿Acaso no es violento arrojar una bengala a un partido? ¿realizar un saqueo? ¿lanzar objetos contundentes o cortantes a otras personas, civiles o uniformadas? La respuesta parece que no es tan obvia, o al menos, el reproche a estos hechos no genera en Chile una mayoría clara.
La falta de acuerdo respecto de qué es violento y que no; es sin duda lo más reprochable de un fenómeno presente en la sociedad actual, sobre todo siendo un debate a nivel parlamentario, donde debiese primar el diálogo y la cordura.
A pasos del temido marzo, lograr frenar la violencia que impera hoy en Chile requiere de manera urgente que tanto las autoridades políticas como la ciudadanía dejemos de generalizar sobre lo que está pasando, y condenemos transversal y absolutamente hechos vandálicos.
Aunque sirva de poco el consuelo para los miles de víctimas directas de la violencia del último tiempo, y de los millones de chilenos que sufrirán las consecuencias de este anunciado mes de movilizaciones, más vale prevenir que nunca haber hecho nada para evitarlo.
Nataliia Savkiv
Office Manager de Solek
Renata García D.