Manuel Gómez Poblete

Más allá de lo fuerte, duro y/o frustrante que pudo haber sido el golpe que recibieron los hinchas de Everton -la noche del sábado- al caer y perder su invicto en casa cuando la mesa estaba... casi servida (y la posibilidad de dormir como sublíder, era inminente y palpable), lo cierto es que el triunfo y la lección de verticalidad y pragmatismo que brindó el elenco de Unión La Calera en Sausalito, tiene que hacer pensar -y por sobretodo reflexionar- a los jugadores de un cuadro viñamarino que quedó en deuda con una afición que con casi diez mil almas registradas, otorgó el aliento, ruido y colorido que los propios futbolistas habían solicitado en la semana.

En la cancha, eso sí, se palpó la diferencia entre un plantel que ya agarró una suerte de ritmo internacional (mal que mal, venía de eliminar a Fluminese por Copa Sudamericana) ante un equipo que aspira a dar un salto de calidad y que hasta antes del partido del sábado, asomaba como bien encaminado en ese sentido.

Pues bien, Everton se mostró irresoluto e incomodo durante todo el partido. Y las movidas que intentó el técnico -con los ingresos de Copete, González y Díaz Price- no arrojaron resultados.

Con el aval y aliciente de una última línea que supo frenar los embates del "Flu" a mitad de semana, Vojvoda presentó un esquema aparentemente conservador, pero de mucho fútbol en el mediocampo. Es más, fue en la zona media -y gracias al despliegue de Valencia, sumado al talento de Leiva y en especial Castellani (lejos, el mejor jugador del partido)- que el elenco cementero le ganó el partido a Everton. Con laterales punzantes como Andía y Cordero, el conjunto de la zona interior se adueñó del partido ante un Everton atolondrado al que le costaba marcar y generar. Echeverría, Saavedra y Madrid estuvieron lejos de su mejor noche... si incluso parecía que Unión La Calera tenía más jugadores sobre el terreno de juego.

Bajo este escenario, no extrañó que Johnny Herrera fuese poco a poco convirtiéndose en la mejor figura del partido. Y cuando ya estaba vencido, apareció el "Seba" Pereira para mantener el cero en puerta propia... justo cuando culminaba el primer tiempo.

Tras el descanso, el panorama no varió en demasía, salvo porque ahora Sáez (tras otra salvada de Herrera) colocó de cabeza un 1-0 que vino a traer justicia al Sausalito, porque el visitante fue superior.

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