El salto de Gigena y el susto de los jugadores extranjeros
Los extranjeros, poco habituados a los terremotos y la naturaleza sísmica de nuestro país, pasaron miedo aquella noche, especialmente los jugadores foráneos en los planteles de Everton y Wanderers. Tal vez la historia más sorprendente fue la del argentino Rubén Darío Gigena, el jugador de Wanderers, quien relató a un diario de Bahía Blanca que se lanzó desde un cuarto piso en pleno terremoto para salvar a sus hijos. "Me llevé al mayor (Tomás, 7 años) hacia la ventana y como la mampostería no paraba de caer del techo, decidí tirarme desde el cuarto piso a un hall que había unos dos o tres metros más abajo. Me lastimé las dos rodillas pero al menos pude amortiguar el golpe a mi nene", contó el caturro. "Fue lo que peor que me pasó en mi vida", agregó el asustado atacante.
En Everton, en tanto, los jugadores argentinos Mauro Bogado y Juan Manuel Olivares, y el uruguayo Mauro Guevgeozián abandonaron sus departamentos en edificios de altura y se refugiaron en la Casa Oro y Cielo por algunos días.
Otros jugadores del plantel partieron rumbo al sur pues tenían familiares en la zona más afectada, como Lizandro Henríquez, que viajó a Concepción.