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Vándalos atacaron edificio residencial: evalúan daños totales en $10 millones

Están expuestos desde el 19-O. El lunes apedrearon ocho ventanales.
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Belén Velásquez N. - La Estrella de Valparaíso

Cansados se encuentran los vecinos del edificio Almirante Lynch de Valparaíso, ubicado en avenida Brasil esquina Eleuterio Ramírez, pues desde el 19 de octubre de 2019 -día en que explotó el estallido social en la ciudad- ese sector ha sido escenario de desmanes, barricadas, y enfrentamientos con Carabineros, debido a la cercanía con plaza Victoria y con calle Condell, dos puntos que han sido objeto constante de la delincuencia.

Los residentes del inmueble, que cuenta con 172 departamentos, dicen que los locales comerciales de allí han sido saqueados y que un supermercado del sector fue quemado, lo que perjudica la calidad de vida, sobre todo de los adultos mayores que viven en el lugar.

A lo anterior se suma la exposición constante a gases lacrimógenos o humo de barricadas, situación que afecta a los vecinos de hasta el quinto piso aproximadamente "y ni te cuento cómo quedan los conserjes", dice una residente.

Pero la peor situación que han vivido -hasta el momento- los vecinos fue el lunes por la tarde, jornada que se pronosticaba compleja debido a la llegada de marzo. Los vándalos, cuentan desde el Comité de Administración, apedrearon ocho vidrios del edificio, lo que generó temor y preocupación en la comunidad debido a que ni con cámaras de seguridad cuentan; ya las habían destruido.

Cerró el balcón

Edilia Aburto, vecina e integrante del Comité de Seguridad, asegura que debido a la contingencia tuvo que cerrar su balcón y desembolsar casi $500.000 "y en efectivo", dice.

"Ha quedado la grande, en las tardes queda el desbande, vienen a romper el pavimento, hacen tira todo lo que puedan sacar para hacer barricadas. Yo no sé qué tienen contra el edificio porque uno se asoma a mirar y te dicen 'bajen, tal por cual' . A mí me ha llegado el efecto de las lacrimógenas y tuve que cerrar el balcón con vidrio grueso para que no entrara porque además yo soy asmática. Además se me murieron las plantas", contó Edilia.

Rubén Castro, presidente del Comité de Administración, contó que la situación vivida el lunes fue porque "de algunos departamentos hubo apoyo o rechazo y se polarizó, así que se fueron en contra del edificio, y rompieron los vidrios. Además, hoy grabar es un arma de doble filo, de cualquiera de los dos lados".

Luz María Aguirre, residente e integrante del Comité aseguró que ella se encontraba en una de las dependencias apedreadas, una especie de salón de eventos, al momento de los hechos. "Fue mucho lo que tiraron, piedras, y el último hoyo lo hizo un tipo con un mazo, yo estaba aquí".

En general, los vecinos critican que Carabineros no llega cuando los llaman dentro de la contingencia. "Una vez tuve que decir que querían quemar la Fiscalía, que queda al frente, y ahí llegaron, después empecé a llamar a la PDI", confesó Hernán Piña, secretario del Comité.

Respecto a la situación del lunes, Luz María dice "esta vez no se demoraron más de 5 minutos". "Carabineros a veces está sobrepasado", acota Rubén.

El fuerte

La preocupación de los vecinos también recae en lo que vendrá este mes, pues aseguran que cuando se registran los enfrentamientos, la entrada de su edificio se convierte en una especie de fuerte en el que se protegen, a veces quienes protagonizan los desmanes, en otras ocasiones el propio personal de Carabineros.

"Yo vi cómo entraron a las oficinas de Coopeuch la otra vez, cuando sacaron muebles e hicieron barricadas y me da miedo que acá hagan lo mismo, que quieran entrar a la conserjería", dice Edilia.

Rubén Castro agrega que "el acceso siempre se utiliza como cobija, a veces se esconden ahí los carabineros, otras veces los manifestantes, nosotros estamos en el medio, recibimos el agua de l guanaco, las lacrimógenas, o los piedrazos", reflexiona el vocero.

Edilia agrega que "el lunes es el paro general y si no se arregla todo esto antes del plebiscito, no pensemos cómo va a quedar esto, acá no van a quedar ni vidrios. Hay que preocuparse, la situación es preocupante. Acá somos un blanco para cualquiera".

Como medida inmediata, Rubén asegura que "vamos a hacer una circular para decirle a los residentes que mantengan la neutralidad porque el edifico no puede prestarse para esto porque podría haber un mal mayor. Además queremos hacer una reunión con la Gobernación y Carabineros".

500 personas, por lo menos, estiman que viven en el edificio Lynch y que podrían sufrir alguna consecuencia.