Pueblo british, infierno grande

Una tarde soleada, tras un partido de fútbol, la vida de Adam Price (Richard Armitage), el arquero del equipo y padre de dos hijos adolescentes, da un vuelco inesperado cuando una extraña de penetrante mirada y con gorra de béisbol lo aborda a la vista de todos para revelarle un secreto: hace dos años su esposa fingió un embarazo y un aborto espontáneo para retenerlo a su lado. Así parte "No hables con extraños", la serie de suspenso de Netflix que se basa en la novela homónima del escritor norteamericano y showrunner Harlan Coben, cuyos anteriores libros inspiraron las miniseries francesas "Última oportunidad" (2015) y "Solo una mirada" (2017).

Adam, quien es un marido amoroso y atento padre de familia, comienza a vivir una pesadilla en su propia casa. Sin embargo, no es el único. Uno de sus hijos participa junto a sus amigos en una fiesta rave que se sale de control y termina con un joven desnudo y en coma.

La paranoia hogareña del protagonista se cruza con múltiples desvíos argumentales: una alpaca aparece decapitada, un exdetective intenta evitar que lo desalojen y una policía debe lidiar con el final de su matrimonio y los misterios que se van acumulando alrededor de esa desconocida que aparece para dinamitar la tranquilidad de todos, poniendo en vilo a varios miembros de esa tranquila comunidad del norte de Inglaterra.

En "No hables con extraños" está la esencia de la narrativa de Coben: pueblitos aparentemente tranquilos y amigables, que esconden secretos, mentiras y traiciones. Una reunión familiar o el reencuentro de un grupo de amigos pueden dar pie a oscuras elucubraciones e incluso a los más horrendos crímenes, socavando la seguridad burguesa y tiñendo de inquietud el entorno doméstico.

La trama de la serie en la que todos son sospechosos hasta demostrar lo contrario está llena de giros sorpresivos que fascinarán a los seguidores de los policiales británicos. Hay buenas actuaciones, conocidos actores en personajes secundarios (Stephen Rea, Jennifer Saunders) y en cada capítulo se descubre un nuevo misterio de los habitantes del pueblo.

Sin embargo, a "No hables con extraños" le juega en contra la gran cantidad de personajes y nudos argumentales, lo cual va dejando cabos sueltos y no permite profundizar en las distintas historias y sus protagonistas. Y en su afán de ir hilando todo bajo la premisa de nada es lo que parece, hay resoluciones que aparecen forzadas. Se trata de un thriller eficaz y hasta adictivo, pero al cual la sobreabundancia de elementos en muchas ocasiones le juega en contra.