Belén Velásquez N. - La Estrella de Valparaíso
Lo más urgente, lo más barato o simplemente lo que haya. Con esos criterios los porteños se volcaron a las tiendas mayoristas de Valparaíso para abastecerse ante la llegada del temido coronavirus, que ha derivado en que muchos habitantes de la comuna prefieran permanecer en sus casas para evitar posibles contagios pese a que en la Ciudad Puerto aún no existen casos confirmados.
Lo anterior significó que ayer desde temprano enormes filas pudieran apreciarse en el exterior de los recintos comerciales más baratos, donde personal de seguridad dejaba entrar a los clientes en grupos de no más de 10 o 15 personas.
Lo más económico
En su mayoría, la gente decidió no acaparar con todo debido a que no les alcanzaba o porque estimaron que más gente tendría las mismas necesidades, las cuales radicaban en los productos básicos de una despensa, como aceite, fideos o arroz, o en artículos de aseo.
Una de las columnas de personas más largas, al igual que para el estallido social, se registró en el exterior del supermercado Provimarket de la calle Yungay, donde hubo gente que aseguró que tuvo que hacer cola por cerca de dos horas para poder realizar sus compras.
Una de ellas fue Elcira, quien contó que llegó pasada las 09.00 horas y cuando eran cerca de las 11.00 continuaba haciendo la fila. "Vengo a comprar lo más económico: el aceite, arroz, azúcar, lo básico para la casa. En mi casa está mi nieto que no puede salir así que estamos tratando de hacer cuarentena. Cosas de aseo ya compramos, tenemos clorogel, mascarillas y guantes".
La porteña agregó que respecto de los insumos de aseo "están elevados. Las mascarrillas se compraban a $100 y ahora están a $1.000, entonces en vez de comprar la caja, hay que comprar lo justo. Esto es demasiada exageración, las enfermedades siempre han existido y esto es demasiado".
Lo justo y necesario
"Vengo a comprar lo que haya porque no sabemos qué queda. La idea no es llevarse 20 kilos de arroz o de azúcar, comprar lo justo y necesario porque hay otra gente que lo va a necesitar y estamos todos en las mismas. Ayer ya compré glicerina, alcohol, jabón, se ha mantenido el precio, pero el alcohol gel está por la nubes", opinó Sofía mientras también hacía la fila.
A frente de Provimarket, en el supermercado Alvi, la situación se repetía aunque la fila era más corta. En Chacabuco quedó de manifiesto que los porteños también se preocuparon de sus mascotas, pues al exterior de la bodega ubicada en dicha arteria también se apostó gente para asegurar la alimentación de sus regalones.
"Se supone que habría que estar a un metro de otra persona, pero no pasa nada. Yo igual no más vine a comprar alimento para mis perritos, son mejores que los humanos, son mis regalones. También compré cloro para desinfectar y un poco de comida, ahora compraré carne, por lo menos para un mes", contó Graciela.