Marcela Guajardo Pérez

Con el correr de las horas, más y más chilenos que viajaron a Perú por placer o trabajo, han dado a conocer su situación. Con las fronteras cerradas, el país vecino no permite la salida de los vuelos desde los aeropuertos o buses desde los terminales.

Almendra Muñoz, de 21 años y oriunda de Valparaíso, fue con un grupo de amigas a Ecuador por tres semanas. El día anterior a su retorno le avisaron de que su vuelo había sido cancelado.

Entonces decidieron moverse hacia Perú para buscar una manera de regresar, pero al llegar al Aeropuerto Internacional Jorge Chávez en Lima se encontraron un complicado panorama.

"Era el caos total, personas llorando porque no podían volver, gente enojada y las aerolíneas sin prestar ningún tipo de apoyo", cuenta Lorena Elgueta, madre de Almendra.

Altos precios

Pero lo más indignante vino después, cuando fueron informadas de que la única posibilidad de volver a Chile en ese momento era pagando el triple del valor del pasaje. "Algunas de sus amigas tenían los recursos para pagar un pasaje de un millón y medio de pesos, pero mi hija y dos amigas más se quedaron en Lima", cuenta la mamá de la estudiante.

Ante esta situación, las familias de las jóvenes se pusieron de acuerdo y lograron arrendar un departamento para ellas en el sector de Miraflores.

Debido a que Perú cerró sus fronteras, no se permite la salida ni de nacionales ni de extranjeros. La única información que le han dado es que tendrán que esperar hasta el 31 de marzo para ver si es posible salir de Perú.

"Estoy super angustiada porque llamo a todas partes y nadie me da una solución. Las aerolíneas no contestan y el número de la Cancillería tampoco", afirma Lorena.

El hecho de estar atrapada en Perú también podría afectar su carrera universitaria, ya que Almendra estudia Psicología en la Universidad de Chile y no ha podido matricularse aún.

"Son muchos los chilenos que están en la misma situación. Yo solo quiero que me la devuelvan", asegura esta madre.

En los pasos fronterizos también hay decenas de chilenos buscando cómo volver. La mayoría de ellos no tienen los recursos para pagar 15 días de alojamiento extra, además, la situación en Perú es tan estricta que muchos hoteles podrían cerrar, dejando a los compatriotas literalmente en la calle.

Demandando el cierre de las tiendas de acuerdo a la cuarentena, un gran número de trabajadores de las tiendas del Mall Marina Arauco de Viña del Mar, ubicado en 15 norte, desarrollaron un 'caceroleo' al interior del recinto.

Con esto demandan mayor medidas de seguridad por parte de los empleadores, para evitar más contagios por el coronavirus, debido a la constante exposición a grandes cantidades de gente que viven en la cotidianidad.

Los trabajadores se pasearon por los distintos niveles del centro comercial gritando a los clientes que estaban en el lugar: "que se vayan pa la casa".

Las protestas también se repitieron en el Mall Marina Oriente, el Mall Portal El Belloto, como así también en el Outlet de Curauma y el Mall Paseo Ross de Valparaíso.

Los diversos centros comerciales no emitieron declaraciones al respecto y tampoco, hasta el cierre de esta edición, se había tomado alguna determinación al respecto en torno a la petición de los trabajadores.

La presidenta nacional de la Asociación Pro Funcionarios Junji (Aprojunji), Susana Cristi, denunció que ante la petición del Gobierno de trabajar con turnos éticos en los distintos establecimientos, ya sean direcciones regionales, salas cunas y jardines infantiles, los funcionarios no cuentan con implementos necesarios como jabón, alcohol gel y mascarillas.

"Acabamos de hacer una carta al Presidente de la República, al ministro de Educación y a la subsecretaria de Educación Parvularia y a nuestra vicepresidenta ejecutiva, dando a conocer de que -en el fondo- se suspenden las actividades para los niños y las niñas, pero los establecimientos Junji tienen que funcionar con turnos éticos. Eso obliga a que los más de 20 mil funcionarios de todo Chile tengan que asistir a sus lugares de trabajo son las condiciones de resguardo necesarias", apuntó Cristi.

En ese contexto, la dirigenta nacional Junji agregó que "hay que considerar que muchos funcionarios cuidan a sus propios hijos y se hace cargo de adultos mayores, que pertenecen al grupo de alto riesgo de contagio. Es decir ellos se exponen al virus, y también a contagiar a su núcleo familiar, ya que no cuentan con los implementos sanitarios necesarios para poder protegerse. En el fondo, esto atenta contra la salud de nuestros funcionarios públicos".

Finalmente, Susana Cristi criticó que "nos preocupa que el Gobierno priorice legislar el proyecto de subvención de niveles medios, que lo único que hace es lucrar, y no se preocupe por las salud de los funcionarios".