Marcela Guajardo Pérez
De jugar dos partidos a la semana por el equipo de balonmano Bidasoa de Irún en España, Esteban Salinas pasó a entrenar en la casa y evitar salir a la calle lo más posible.
Esteban y su hermano Rodrigo -quien también juega balonmano- son de Viña del Mar y ahora se encuentran en el epicentro de la pandemia del COVID-19, luego que España comenzara a aumentar sus casos de contagiados y muertes. Las autoridades ordenaron cuarentena total.
Viven en la misma ciudad, pero no pueden visitarse luego que las autoridades nacionales decretaran cuarentena total.
Una complicada situación para un deportista como Esteban, que necesita estar entrenando constantemente para no bajar su nivel.
Pero, encerrado y con pocas posibilidades para salir, logró encontrar una manera de ayudar a quienes más lo necesitan.
"Estaba en mi edificio y me encontré con una señora mayor y le dije que la podía ayudar a comprar y ella me agradeció y me dijo que le vendría muy bien. Lo hice para que no fuera a comprar, para que tenga cuidado, porque la gente mayor sufre más y se contagia más rápido", dice Esteban.
Así que en sus pocas salidas al supermercado también lleva víveres a sus vecinos, un gesto solidario que se ha repetido en distintas ciudades de España e Italia.
"Acá a las ocho de la noche todos los días, salimos al balcón y aplaudimos a la gente de sanidad", dice él.
Con la cuarentena total, los habitantes de este ciudad del país vasco solo pueden salir a comprar, a pasear el perro y a tirar la basura domiciliaria.
"Hay policías dando vueltas y hay que tener cuidado porque si no te multan. Es mejor quedarse en casa para prevenir cualquier malentendido y para ser consciente de no infectar a otras personas. Cuando voy a comprar veo la ciudad casi desierta, solo hay gente paseando perros. Te piden el carnet para saber si estás empadronado en la ciudad, para ver si estás cerca de tu casa", cuenta el deportista.
Rutina
Cuando dieron la orden del aislamiento para la población, su equipo le mandó un plan de entrenamiento para mañana y tarde.
Con ya nueve días encerrado, sus días tienen una rutina más o menos definida.
"Me despierto, desayuno tranquilo, estoy un rato viendo una serie, después hago ejercicio, me siento a leer, me preparo la comida tranquilamente. Luego un poco de siesta, tirar la basura, ir a comprar, aunque trato de ir cada tres días. Por la tarde jugar con compañeros, hablar con amigos por Skype y cocinar que es cuando más me entretengo", cuenta Esteban.
El deportista viñamarino, quien estudió en el colegio Winterhill de la Ciudad Jardín, dice que la reacción de las autoridades fue un poco tarde.
"España es un país céntrico, era muy fácil que se propagase con todos los aeropuertos, todas las combinaciones llegan ahí además de los turistas. Ahora ya llevamos nueve días en cuarentena, pero nos dijeron que se extiende por 15 días más así que mínimo nos quedará 20 días más en casa", afirma el deportista.