Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Deportes
  • Servicios
  • Tiempo Libre
  • Estrellas
[Cultura Urbana]

Observadores de aves se adaptan a la cuarentena

ROC, agrupación que reúne a aficionados y científicos, desarrolla distintas actividades para seguir realizando esta actividad desde sus casas.
E-mail Compartir

Maira Campos - La Estrella de Valparaíso

Desde la semana pasada la Red de Observadores de Aves y Vida Silvestre de Chile (ROC) comenzó a subir contenido en sus redes sociales para que sus seguidores y amantes de la observación de aves y la naturaleza siguieran disfrutando de ellas, pero esta vez desde sus casas.

ROC es una organización animalista que tiene más de 10 años. Se define como una instancia que reúne a gente apasionada por las aves, la vida silvestre y la naturaleza en general, reuniendo en un lugar tanto a aficionados como a investigadores y conservadores de ella. Se los puede encontrar en la cuenta de Instagram @redobservadores.

Ivo Tejada es el director ejecutivo de ROC. Él cuenta que en la organización, además de observar a las aves, también realizan proyectos de índole científica. "Durante varios años se desarrolló un proyecto: el Atlas de la Aves Visitantes de Chile, que es el primer proyecto de ese tipo en el país y que básicamente trata de actualizar la distribución y biología reproductiva de todas las aves que se reproducen en el país, y ese proyecto contó con la participación de más de 1.600 personas a lo largo de Chile durante cinco años que aportaron con datos e información relevante para la construcción del atlas".

Además, señaló que realizan diversas actividades en conjunto que fomentan y promueven la observación de aves y la naturaleza, "hacemos distintas salidas, casi todos los fines de semanas teníamos actividades gratuitas, como salir a observar aves o a contar aves", aseguró el director ejecutivo.

Actividades en casa

Sin embargo, debido a la contingencia debieron adaptarse para seguir fomentando la observación de las aves y la naturaleza. "Desde hace más de una semana decidimos no hacer más actividades que involucren a grupos de personas, así que lamentablemente tuvimos que suspender varias actividades. En ese contexto surge la idea de promover que la gente, en la medida que pueda se quede en la casa, pero a la vez pueda disfrutar de las aves de una forma un poco distinta, pero no por ello menos entretenida", señaló Ivo Tejada.

"La primera actividad fue salir a observar aves en las terrazas o jardín. Mucha gente que vive en las ciudades cree que no hay muchas, pero si uno le pone un poquito de atención, efectivamente puede reconocer varias especies en el jardín, como los zorzales, tórtolas, y en la zona central en esta época llega el picaflor chico", cuenta Tejada.

Asimismo, explicó que planean seguir haciendo este tipo de actividades por lo menos tres veces a la semana, "la verdad es que formas de disfrutar a las aves hay millones, entonces solo hace falta tener un poco de creatividad y las ganas. Hay muchas ideas que se nos ocurren y que vamos a ir difundiendo para que puedan conocer y aprender un poco más de las aves".

Finalmente, Ivo Tejada hizo un llamado a quedarse en casa durante esta situación que vive el país. "cuidémonos durante esto que es bien difícil para todos, pero en la medida que la gente puede estar en sus casas, ojalá lo haga, y seguramente van a encontrar cosas entretenidas que hacer", cerró Ivo Tejada.

El policlínico de los libros

E-mail Compartir

Historias fragmentadas

Breves relatos que en su conjunto configuran una gran historia. Cuentos cortos que giran en torno a una multiplicidad de tópicos, pero que, sin embargo, están ligados en el resultado final del asunto. De esta manera se configura "Los errantes", de la escritora polaca Olga Tokarczuk. Hablamos de un volumen especial, en donde la escritora se pasea con soltura en múltiples escenarios. Es así como los personajes se pierden en la narración por un breve periodo para luego volver. Todas estos capítulos, por llamarlos de algún modo, están conectados en una espesa red que finalizan dando vida a un libro extraño, en el buen sentido de la palabra, ya que se trata de un volumen por sobre todo experimental, en su forma de ser concebido, así como en su articulación. Las acciones de cada uno de los relatos se desarrollan en todo tipo de escenarios, como un bus, avión, tren y ferry, de país en país y de tiempo en tiempo. El papel del ser humano, tanto corporal como físicamente, es un de las temáticas recurrentes, en donde la preservación del cuerpo parece dar vida a un hombre ya fallecido. Nos encontramos con textos incompletos, donde lo onírico juega un rol importante. Y es que la realidad se mezcla con pasajes de contemplación desde los sueños. El asunto central se basa en los cuadernos que escribe la protagonista, Kunicki, que, en medio de sus vacaciones, deberá hacer frente a la desaparición de su esposa e hijo. También tenemos al doctor Blau, un taxidermista que visita a la viuda con la pretensión de estudiar su laboratorio. Por otra parte, encontramos el de Ánnushka, que se obsesiona por entender lo que a todas luces parecen incomprensibles juramentos que emite una mujer pendenciera en la estación de metro. O el de la bióloga que retorna a su país para reencontrarse con su primer amor que pronto morirá. Y en medio de todos estos textos, se halla el relato verdadero de cómo el corazón de Chopin llegó a Polonia oculto en un tarro de alcohol en la ropa interior de su hermana. Por otra parte, está el anatomista flamenco Philip Verheyen que escribía cartas a su pierna amputada y que aspira sea enterrada con su cuerpo al morir. En resumen, nos encontramos con una novela pulcramente escrita, donde lo real y lo ficticio se fusionan constantemente en un nido de breves historias que dan origen a una novela atrevida y muy bien escrita. Una escritora a la

que hay que seguirle la huella. Una lectura muy

recomendada.

"Nos encontramos con una novela pulcramente escrita, donde lo real y lo ficticio se fusionan constantemente".

título: "Los errantes"

dirección: Olga Tokarczuk

editorial: Anagrama