Así es la cuarentena del fútbol
Dos futbolistas, uno de Unión La Calera y otro de San Luis de Quillota, cuentan cómo sobrellevan el confinamiento voluntario en sus hogares. Tareas para la casa, y más tiempo para la familia, destacan ambos.
Claudio Morales Salinas
"Sacha" Sáez, entre los hijos, el mate y su depto
De pronto los futbolistas ya no pueden desplegarse dentro de una cancha, ni para jugar los partidos semana a semana, y ni siquiera para entrenar. Y esto último no es un tema menor, pues muchos jugadores retirados o que están en el tramo final de su carrera, siempre dicen que lo que más extrañan o extrañarán, es la convivencia del camarín con los compañeros.
En Unión La Calera, el caso de Sebastián Sáez es singular, pues más allá de los goles que ha hecho, de los que se pierde y de los que le ha anulado el VAR, es uno de los jugadores que más energía despliega correteando a los defensas rivales, pivoteando balones y marcando las jugadas para ser habilitado por sus compañeros.
Pero ahora todo se detuvo, y el "Sacha" debe canalizar toda esa energía en su departamento en Concón compartiendo con su familia, haciendo una rutina física par mantener la forma y tomando mate para que el encierro no tenga tan mal sabor.
Llenar las horas
Como ciudadano responsable en tiempos de pandemia, "Sacha" Sáez ni siquiera puede salir a pasear por la playa que mira por la ventana. "La verdad es que con tantas horas aquí adentro, uno trata de distribuirlas. Trato de entrenar con mi hija al lado que me acompaña, que está pegada ahí, después tratamos de hacer cosas en la cocina. Con tantas horas disponibles, uno trata de buscar actividades para hacer llevadero el día", comenta el jugador que también monitorea a la distancia el pasar de sus familiares en Santiago del Estero, en Argentina.
Y así como en la cancha, Sáez tiene como grandes aliados a compañeros como Gonzalo Castellani o Juan Leiva, en estos momentos de reclusión en el hogar el rapado ariete tiene a otro inseparable. "Todo el día estoy con el mate, el mate es un gran compañero en estos momentos para sobrellevar la ansiedad que significa estar encerrado en la casa".
Parada extraña la bici
y a los compañeros
Desde el Fútbol Joven de San Luis, el promisorio Sebastián Parada es, junto a su amigo Antonio Estrada, el estandarte de El Bajío en el plantel canario. En la última jornada de fútbol en el Lucio Fariña, el admirador de Kun Agüero aportó con una precisa habilitación para que Mariano Barbieri marcara el empate agónico ante Copiapó.
El nóvel atacante recuerda lo singular que fue ese partido, que fue el último antes de la paralización obligada del fútbol. "Fue raro porque fue sin público, uno está acostumbrado a salir a calentar y ahí sentir el primer aliento de la gente. Ojalá que el fútbol vuelva, en dos meses más, en un mes, pero con público, este deporte es para la gente", reflexiona Parada a propósito de lo que fue el inicio de los efectos de la amenaza del coronavirus en el balompié nacional: partidos a puertas cerradas de la Primera B antes de parar.
Sobre estos días en casa, el atacante que el año pasado aportó con goles importantes para el cuadro sanluisino, cuenta que "nos mandaron una pauta a cada uno, nos dieron implementos para que pudiéramos trabajar cada uno desde nuestras casas. También nos hacen un seguimiento con un nutricionista para que no hagamos desbalances con la comida. Igual uno se puede tentar con algo, pero si ya está el hábito de alimentarse bien, como es mi caso, uno sigue bien la pauta. Tal vez alguno se haya tomado una cocacolita o un plato de más, pero todo dentro de lo normal".
Con todo el clan
Sebastián Parada aprovecha de hacerse un espacio en el patio de su casa para trabajar con las mancuernas y los discos para hacer pesas, entre otros materiales de los que dispone, y así seguir los parámetros entregados por el preparador físico Andrés Toro y el seguimiento del técnico Víctor Rivero.
"Nos coordinamos y por videollamada el profe me supervisa, me pregunta cómo me siento, ellos han estado súper preocupados. Igual uno extraña la pelotita, a los compañeros, ir al complejo para compartir con los más amigos. Los días anteriores salía a andar en bici de repente, pero ahora que ya ha avanzado la epidemia y se supo que hay un caso en Quillota, se puso todo más complicado y ya no salgo", aseguró el jugador.
El joven hace más vida familiar con sus padres, sus hermanos y su polola, aunque según cuenta "mi papá y mi hermano grande tienen que salir a trabajar igual, pero en las tardes ya estamos todos juntos".
Pensando en que el campeonato deberá retomarse cuando pase la emergencia sanitaria del COVID-19, Parada asume que tras lo que pueden ser meses sin jugar, "a todos los equipos les va a costar volver, en lo físico, en la preparación de los partidos, hay clubes que no tienen todos los mismos recursos, o que no cuentan con profesionales como nutricionistas y todo eso. Tenemos que ser cuidadosos para estar lo mejor posible cuando el fútbol vuelva".
Muchos se preguntan cuándo podrán volver al estadio. Parada cree que "así como se ve todo, esto está recién comenzando".
La Estrella Quillota - Petorca