Marcela Guajardo Pérez
En un día normal, el hogar de adultos mayores de las Hermanitas de los Pobres recibía entre ocho y nueve visitas diarias. Familiares de los residentes, voluntarios, operativos médicos y hasta los animadores del Festival de Viña del Mar.
Pero hace algunas semanas que la residencia tuvo que blindarse para evitar el contagio del coronavirus entre las personas que viven ahí, la población más en riesgo frente a la enfermedad.
Se restringieron todas las visitas, solo los cuidadores del recinto pueden ingresar luego de un estricto protocolo de sanidad. "Antes de entrar tienen que limpiarse los zapatos con cloro, untarse alcohol gel a la entrada y usar tapaboca, guantes y delantales además del uniforme", explica la hermana María Ángela Vallejos, madre superiora.
Este protocolo ha permitido que, hasta el momento, no hayan tenido casos sospechosos tanto en los 85 adultos mayores que viven ahí, como en los trabajadores que los cuidan.
Como es una institución de caridad, la mayoría de los residentes no tienen familia o contactos. Quienes sí los tienen, se han podido comunicar mediante videollamada.
"A ellos les ha dado muy duro psicologicamente, pero han entendido que se está haciendo por la salud y se está haciendo para resguardar la casa", dice la religiosa.
Pero esta cuarentena preventiva que ha mantenido a los residentes a salvo, ha significado también un problema económico para las religiosas. "El hogar se sostiene de los buenos corazones y golpeando puerta a puerta todos los días. Ahora tenemos muchas necesidades de pañales, insumos médicos, alimentación", asegura la directora del recinto.
Ante esta situación, habilitaron una cuenta bancaria para aquellos que donan regularmente con la institución y por temas sanitarios no pueden hacerlo físicamente. Los interesados pueden hacer sus aportes a la cuenta corriente del Banco Itaú 0200443287, Hermanitas de los Pobres, RUT 70.270.400-6.
Sanatorio
Otro de los centros de residencia del adulto mayor es el Sanatorio Marítimo, también ubicado en Gómez Carreño.
Acá son 37 personas las que residen, en su mayoría con problemas de movilidad, por lo que desde que se inició el protocolo de sanidad, han permanecido en las salas de internación.
"En el Sanatorio Marítimo se realizan habitualmente procedimientos par el control y manejo de infecciones intrahospitalarias, Aún así precisar que en estas tres últimas semanas se han reforzado todos los protocolos de enfermería asociados al control de infecciones", dice Andrés Pinto, vocero de la institución.
Las visitas también se restringieron y se establecieron turnos de 24 horas para los cuidadores. "Se asegura así la presencia de los trabajadores de la salud, dado el toque de queda y eventuales cuarentenas en la zona", dice el encargado.
Debido a que los familiares de los residentes no pueden ir a verlos personalmente, se ha establecido una conexión a través de llamadas telefónicas o videollamadas.
"Hasta ahora no han existido mayores dificultades, partiendo de la base que las familias, e incluso algunos adultos mayores muy conectados con la actualidad, han comprendido que frente al contexto sanitario actual, se deben tomar medidas extremas, muchas de ellas poco amigables, como es el caso del distanciamiento social", aseguró Pinto.