La dura batalla que enfrenta el recordado "Huevo" Vásquez
El otrora mediocampista que logró el ascenso con Wanderers en 1989, padece de un cáncer a la garganta.
Antes de que los enganches de Pablo López o que la mágica zurda de Jaime Riveros le entregaran innumerables alegrías a los hinchas de Santiago Wanderers, los más nostálgicos, recordarán los golazos de tiro libre que Miguel Vásquez Muñoz aportó en a fines de los 80, una de las grandes figuras del equipo que logró el ascenso a la Primera División en 1989.
Completamente retirado del fútbol, el otrora mediocampista pasa sus días entre su casa ubicada en Pirque y el hospital Sótero del Río, lugar en el que el día de ayer realizó su cuarta sesión de quimioterapia. El "Huevo" fue operado recientemente de un cáncer a la garganta, lo que no ha sido suficiente para quebrantar su espíritu, ya que según él mismo confiesa, las ganas de compartir con su familia y con la misma mujer con la que está hace más de 38 años, son la vacuna necesaria para no darse por vencido.
"Aquí estoy, tranquilo, aguantando las quimios que son bastante fuertes y complicadas, pero con harto ánimo para salir adelante, que es lo más importante. Quiero estar con mi familia más tiempo, disfrutar de mis hijos y mis nietos, así que aquí estamos dándole", confiesa el exjugador del Decano, quien en dos semanas más será evaluado por los doctores para ver cómo está respondiendo al tratamiento.
Sin comparaciones
Entre su propia salud y el brote de COVID-19 que ha paralizado el fútbol nacional, el "Huevo" Vásquez ha estado alejado de Santiago Wanderers. Ello, sin embargo, no es razón para no confesar el cariño que siente por la institución, evitando hacer un paralelo del Decano actual con el plantel donde él brilló.
"Todas las comparaciones son odiosas, aquí no hay que ser Jaime Guzmán ni Gladys Marín, hay que siempre mirar al medio y tratar de ayudar a Wanderers en todo sentido. Yo creo que este equipo se merece estar en un lugar de privilegio en el fútbol chileno por su barra, por su gente y por el puerto. Yo viví hace muchos años en Valparaíso, y hoy en día me siguen llamando los porteños y los panzers, gente que uno vio cuando tenía 14 años y que hoy son cuarentones. Ellos todavía me llaman para darme una palabra de aliento, lo que realmente considero muy especial", confiesa el exfutbolista porteño.
Siempre en la misma línea, el "Huevo" realizó un llamado a los hinchas, recalcando que "a Wanderers lo llevo en mi corazón, a los cerros y a Valparaíso también, estoy agradecido de toda la gente que me vio jugar allá. El club es una gran institución y espero que cuando se acabe todo esto de la pandemia, la gente vuelva al estadio y apoye con más ganas al equipo, no importa si en algún momento los jugadores o el técnico no dan en el clavo, igual se debe seguir apoyando, no criticando. Esa es mi humilde opinión".