Cinthia Matus O.
Dentro del plan de acción que el Gobierno implementó para evitar el coronavirus, "están prohibidos todos los eventos públicos con más de 50 personas". Sin embargo, desde antes de la Semana Santa, un gran número de congregaciones evangélicas se ha empeñado en continuar con sus cultos presenciales, lo que ha provocado que diversos creyentes terminen contagiados. Tal fue el caso de San Pedro de La Paz, en la Región del Bío Bío, en donde siete personas dieron positivo al COVID-19, tras reunirse en marzo pasado.
Desde entonces, las críticas hacia el pueblo evangélico no han cesado, pues todavía hay líderes que omiten las recomendaciones. Uno de ellos es el polémico pastor Ricardo Cid, quien este domingo hizo un evento masivo en la comuna de La Pintana, Santiago, con más de 50 miembros. También el autodenominado pastor Javier Soto, quien a través de sus redes sociales, hizo un llamado a predicar en las calles.
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Como es común que cada semana en el Diario Oficial surjan nuevas denominaciones, el número de cuántas congregaciones hay en la región va variando. No obstante, hasta este momento no se han reportado casos de reuniones masivas y la mayoría de las corporaciones han optado por los cultos online.
El pastor Rubén López Alfaro, quien pertenece a la Unidad de Pastores de La Calera (con 13 congregaciones) y dirige la Iglesia Cristiana de La Calera y la Iglesia Cristiana de Limache, comenta que desde el 14 de marzo dejó de congregarse. "Solamente nos reunimos desde las casas con Teams de Microsoft y Facebook. Hacemos dos reuniones en la semana, una el jueves en la tarde y otra el domingo en la tarde", dice.
Para él, la experiencia ha sido positiva, porque no solo se han conectado sus miembros, sino que otras personas que no profesan la fe cristiana. "Ha sido una forma de entrar a los hogares con una palabra de aliento. Así que tres pastores estamos a cargo de impartir la enseñanza. En Teams abrimos los micrófonos para que participe el grupo de alabanza", explica.
Cuidar a los fieles
En Valparaíso, el pastor Ernesto Magliano, de la Iglesia Misión Carismática Celular Internacional, también realiza transmisiones en vivo, pero desde el templo ubicado en Independencia. "A través del Facebook de la iglesia y de Youtube transmitimos los cultos. Ha sido una tremenda bendición porque hemos podido llegar a muchas más personas (...) Es básicamente mi familia la que hace la adoración en el templo, porque ahí tenemos las condiciones necesarias como instrumentos y micrófonos", afirma.
Respecto de la actitud de las iglesias que han insistido en reunirse, los pastores tienen sus reparos. "Creo que la labor pastoral tiene que ver con cuidar la grey (rebaño, fieles). A eso nos llamó el Señor en la carta de Pedro. Por lo tanto, mi primera labor pastoral es cuidar a mis hermanos de manera integral y si veo que hay una pandemia, tengo que evitar que ellos se contagien", manifiesta el pastor Rubén López.
El pastor Ernesto Magliano, por su parte, manifiesta que "hay una confusión a nivel de las leyes, porque sabemos que hay un tope máximo de personas, pero hay que usar el sentido común".
Cultos religiosos claves en el virus
Carlos Aguirre, director de la Escuela de Construcción e investigador del Centro de Producción del Espacio de la Universidad de Las Américas (UDLA), ha elaborado junto a su equipo un atlas del coronavirus que será lanzado hoy en la página producciondelespacio.org. Dentro del estudio, definieron cómo los centros religiosos han sido claves para esparcir el virus. "El gran vector del virus son las personas, independiente de su condición social o religiosa (...) Lo que pasa con los cultos religiosos es que mueven gente de un lado a otro de cualquier ciudad y si nos concentramos en lo que ha ocurrido en algunas zonas, donde efectivamente se han declarado brotes epidémicos, son en algunas iglesias en particular. Claramente lo que tenemos que decir es que seamos prudentes y mantengamos un nivel telemático", explica.
Prohibición
Frente a esta polémica, el ministro Secretario General de la Presidencia, Felipe Ward, se contactó de manera remota con 30 representantes de la iglesia evangélica, para insistirles en que eviten las reuniones masivas. Si bien reconoció que es difícil hablar con todos por la diversidad de congregaciones, espera llegar al 100% de las iglesias. Respecto de una posible prohibición de culto, el ministro Ward explicó que desde las normas sanitarias y el estado de catástrofe, el Estado podría tomar la decisión, "pero no es necesario en este momento".