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Leyenda del arco "Oro y Cielo" festejó en casa sus 92 primaveras

Carlos Espinoza Marambio, el último sobreviviente de los planteles campeones de Everton en 1950 y 1952, celebró ayer en Puerto Montt.
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Manuel Gómez Poblete

Acompañado por sus familiares más cercanos -tres de sus cinco hijos y un par de nietos- pero siempre tomando en cuenta las medidas de prevención por el coronavirus, que el legendario portero de Everton -y único sobreviviente de los equipos campeones de 1950 y 1952- Carlos Espinoza Marambio, festejó ayer sus 92 años de vida.

Y lo hizo en su hogar del paseo Talca, en pleno centro de Puerto Montt, ciudad en la que vive junto a su hija Miriam, al igual que sus hijos como lo son Viviana y Miguel, quien -recogiendo las vivencias de su padre- también fue un arquero profesional defendiendo los colores de Lota Schwager, Puerto Montt y Wanderers, entre otros clubes.

Una sencilla once con torta, por supuesto, marcó el derrotero de un festejo que si bien fue muy distinto al de años anteriores, se hizo de igual modo impostergable, debido a la avanzada edad del exseleccionado nacional.

"Mi papá está bien, usted lo vio en el verano. Hace poco estuvo con las defensas bajas, lo que le restó un poco de fuerzas, pero en general muy bien... sin la necesidad de que lo vea un médico, ni nada", señala su hijo Miguel, desde Puerto Montt, quien agrega que como familia contrataron a una mujer venezolana (la señora Carmen) para que le haga compañía, quien, en poco tiempo descubrió que el gran Carlitos Espinoza ha sido regalón "toda su vida", según propia confesión.

"Mi viejo está en la casa y en confinamiento... como todo adulto mayor, tomando sus vitaminas (neurobionta) y con las precauciones normales por el coronavirus, ya que acá han ido en aumento los contagios, pero en forma lenta; en Osorno está más complicado el tema", agrega.

Un año más...

Titular indiscutido en el arco de Everton en los años 1950 y 1952, Espinoza formó parte de esos inolvidables elencos que dirigió el técnico argentino Martín García y que contaron con figuras rutilantes para la época como Salvador "El Tano" Biondi, Daniel Torres, Augusto "Pelusa" Arenas, José María Lourido, Germán Báez, Jorge Barraza y el gran René Orlando Meléndez.

De buen ánimo y semblante -y con una lucidez encomiable, para su edad (según nos narra su hijo Miguel)- el exmeta de los viñamarinos recuerda buena parte de las historias y andanzas que lo llevaron incluso a defender el arco de la Selección Chilena de fútbol en el Sudamericano de 1956 que se llevó a cabo en Montevideo (Uruguay) y en donde Espinoza pasó una verdadera prueba de fuego al reemplazar -y con triunfos ante Perú y Paraguay- al titular indiscutido la época, Misael Escuti, quien se lesionó en plena competencia.

"Mi papá está clarito en ese aspecto, el tema es que cuando le dio su segundo infarto cerebral, lo que lo obligó a pasar un año nuevo en el hospital hace dos años, quedó con dificultades para expresarse, luego de recuperarse totalmente de esto mismo.... hace 35 años atrás".

Y de Everton, señala el mismo Espinoza que "fue todo en su vida", pues su éxito se dio a temprana edad, ya que con 21 años ya era campeón de Chile, el primer campeón con un equipo provinciano como Everton.

El otro festejado ruletero

Quien, por esas cosas del destino, también festejó ayer su cumpleaños (pero el N° 32) fue el atacante Maximiliano Iván Cerato, quien, desde temprano, recibió el saludo del club y de los hinchas Oro y Cielo en redes

sociales.

manuel.gomez@estrellavalpo.cl