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OMS descartó que el COVID-19 se haya desarrollado en laboratorio

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Desde el inicio del brote del coronavirus, el origen de la mortal enfermedad ha estado en la palestra. Desde la transmisión natural entre murciélagos y humanos, aumentado por sitios poco higiénicos, hasta la elaboración (consciente o no) en un laboratorio es lo que se baraja. Sin embargo, ayer la Organización Mundial de la Salud (OMS) terminó con parte de las teorías. "Toda la evidencia disponible sugiere que el virus tiene un origen animal y no es uno manipulado ni desarrollado en un laboratorio o en otro lugar", dijo la portavoz Fadela Chaib, en Ginebra.

La vocera aseguró que si bien "es probable que el virus sea de origen animal" y que no estaba claro cómo saltó la barrera de las especies a los humanos, "ciertamente" hubo un huésped animal intermedio.

En cuanto al relajamiento de medidas por parte de los países, el doctor Takeshi Kasai, director regional de la OMS para el Pacífico Occidental, dijo que el levantamiento de las cuarentenas debe ser gradual: "Este no es el momento de ser permisivo. En su lugar, debemos prepararnos para una nueva forma de vida en el corto plazo".

Los gobiernos deben permanecer vigilantes para frenar la propagación del coronavirus, apuntó Kasai añadiendo que para que eso sea posible el final de las cuarentenas y de otras medidas de distanciamiento social deberían ser de tal forma que logre el equilibrio adecuado entre mantener a la gente sana y que las economías funcionen.

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Señaléticas y juegos para que los niños respeten la distancia social

La sicóloga Maribel Corcuera entrega medidas para una tarea compleja, sobre todo con los menores de siete años.
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Natividad Espinoza R.

Apartir de mayo se irán retomando las clases en distintos colegios a lo largo del país y eso traerá consigo numerosos desafíos, como la necesidad de enseñarles y explicarles a los niños que ya no podrán jugar con sus compañeros con la misma libertad de antes, puesto que habrá que mantener la distancia social.

La sicóloga infantil Maribel Corcuera aseguró que esta tarea será muy compleja. "Casi imposible", precisó. Esto, pensando principalmente en los niños más pequeños, de menos de siete años, puesto que "es súper complicado que te lleguen a entender (lo hacen, pero solo de manera verbal, no racional). Incluso para niños más grandes también va a ser difícil porque su regulación social y emocional es externa, no interna", manifestó Corcuera.

De acuerdo a la experta, los niños "no tienen la capacidad cerebral de decir 'ah, esto no corresponde'. Si están jugando y quieren jugar a la pinta todos corriendo, los niños se van a ir a meter al juego".

Agregó que "la capacidad cerebral de tener el peligro claro, la proyección a futuro es después de los 18 años. Es cuando son súper grandes, por eso que los adolescentes como que no le tienen miedo a nada".

Métodos concretos

Corcuera -quien está en completo desacuerdo con una pronta vuelta a clases- afirmó que los mejores métodos que se pueden adoptar para que los niños respeten la distancia social son "cosas concretas, como se está haciendo en los supermercados donde hay círculos que indican dónde las personas se deben parar, o también se les puede decir que midan distancias con los brazos. Tienen que ser cosas de ese estilo", dijo.

También comentó que podría funcionar el uso de sus propios juguetes para explicarles cómo tienen que relacionarse con las otras personas.

Jugar diferente

La profesora de enseñanza básica, Alejandra Cáceres, contó que algo que podría ser de ayuda sería enseñarles nuevos juegos a los niños y motivándolos mucho para que los prefieran antes que los que involucran contacto físico.

"Me imagino que podría usarse el final de las clases para enseñarles estas alternativas para jugar, cosa que salgan de la sala directamente con ganas de probar las nuevas formas de entretenerse", añadió la profesional.

"La capacidad cerebral de tener el peligro claro, la proyección a futuro, es después de los 18 años".

Maribel Corcuera, Psicóloga infantil