Da vuelta la página
Tras aceptar la sanción por 11 meses por contaminación cruzada, el tenista nacional ya piensa en su regreso al ATP. Por ahora, se apoya de dos psicólogos y espera que el tiempo pase luego.
Varias entrevistas ha dado Nicolás Jarry esta semana, después de que se confirmara su sanción de 11 meses debido al positivo por metabolitos de ligandrol y estanozolol encontrados en la muestra tomada el 19 de noviembre tras jugar ante Argentina en la Copa Davis, y que lo tendrá sin jugar hasta el 15 de noviembre.
Pese a que se acogió el argumento de la contaminación cruzada de sus multivitamínicos y no hubo la intención de sacar ventaja deportiva, el tenista es el responsable de todo lo que consume.
Sobre el aceptar el castigo, explica a este medio que "eran 11 meses que serían muchísimo si el circuito se estaría jugando, estaría sufriendo cada semana. Pero como está parado, y lo estaba pasando muy mal, alargarlo y pelearla en un tribunal por algunos meses menos me parecía que no valía tanto la pena por el esfuerzo y por la incertidumbre de que podía salir mal".
Respecto a la cronología de lo sucedido, recuerda que "llevaba tomando las vitaminas de este laboratorio hace dos años y nunca había tenido ningún problema. Cuando llegamos a Madrid el primer día nos estaban esperando en el hotel e hicimos una muestra y no pasó nada".
En Madrid su madre llegó con un nuevo frasco que estuvo tomando hasta que se enteró del doping. "Me avisaron que había salido positivo de algo que en un principio no sabía de qué era. Yo estaba convencido de que no eran las pastillas, me había asegurado de elegir un buen laboratorio", cuenta.
Por eso el proceso mental por lo que pasó para demostrar su inocencia fue complicado. "Fueron momentos muy duros, no sé si la palabra es (que estuve) depresivo. Puede ser que sí, aunque nunca lo abordé de esa manera (...) Al principio estás negativo, todo está malo, y cuando esos pensamientos empiezan en la cabeza hay que ponerles un párate y cambiarlos".
Para eso trabaja con dos psicólogos: "Con el deportivo, por ejemplo, uno trabaja como mantener la concentración en la cancha. Con el otro es cómo cambiar un pensamiento, cómo tener herramientas o qué hacer en esos momentos malos".
Sin imaginarse ese doping, en la Copa Davis extendió la mala racha de tenis que lo llevó a tomar cambios y terminar su relación profesional con Martín Rodríguez. Él lo recuerda así: "No venía bien con todos los temas fuera de la cancha, estaba muy complicado y al estar mal afuera es difícil estar bien dentro de ella, porque no tienes confianza, la cabeza se te va".
"Nico (Massú) también me preguntaba y me veía raro porque le preguntaba muchas cosas, lo que no me pasa porque generalmente tengo las cosas claras, pero en ese minuto no las tenía y no pude dar mi mejor nivel de tenis", recuerda sobre una etapa, que, asegura, dejó atrás.
Nicolás Labra G.
La Estrella de Valparaíso