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Así pasan su cuarentena residentes del O'Higgins

Actualmente hay 11 personas aisladas. Reciben alimentación cuatro veces al día y tienen acceso a la televisión.
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Marcela Guajardo Pérez

Las consecuencias de la violencia en medio del estallido social, que provocaron el cierre del tradicional hotel O'Higgins, quisieron que este recinto abriera nuevamente sus puertas, pero no con propósitos turísticos.

A comienzos de mes comenzaron a llegar personas contagiadas con COVID-19 para pasar su cuarentena, ya que por distintas razones no podían hacerlo en sus propios domicilios.

Actualmente hay 11 personas en aislamiento. Otras dos ya cumplieron su cuarentena y fueron dadas de alta.

Los días pasan en el Hotel O' Higgins con una rutina clínica que incluye tres controles diarios a los residentes, realizados por enfermeras o TENS.

Además, se hacen controles de manera telefónica para evitar más contactos directos con las personas contagiadas.

"Tenemos una dotación de 48 personas en cuarto turno, enfermeras, TENS, auxiliares de servicio y además en jornada tenemos a dos médicos y una nutricionista que se encarga de cautelar las minutos alimenticias de nuestros pacientes", explica Marcelo Díaz, coordinador de esta residencia sanitaria.

Los pacientes están en sus habitaciones, donde reciben alimentación cuatro veces al día. Además, tienen acceso a la televisión, una manera de hacer más llevadero el proceso de aislamiento.

Sin embargo, algunos han mostrado síntomas negativos relacionados con el encierro, por lo que se está gestionando el apoyo con un psicólogo y un psiquiatra para estos casos específicos.

El hotel tiene una capacidad máxima de 322 camas en tres pisos, pero por ahora solo está habilitado el segundo piso con 92 camas porque no han ingresado más pacientes.

En este recinto se encuentran dos funcionarios de la salud de San Antonio que fueron afectados por el brote en el hospital Claudio Vicuña. También ingresaron cuatro personas de Aconcagua. La mayoría fueron derivados desde el Servicio de Salud Viña del Mar-Quillota.

Lujoso yate de magnate ruso llama la atención en la costa de Viña del Mar

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Apareció hoy anclado en la costa de Viña del Mar y de inmediato generó gran curiosidad por tratarse de un modelo de lujo y porque llegó a la zona en medio de la cuarentena por el COVID 19, cuando nadie quiere nuevos contagiados.

Se trata del yate "Anna", de bandera de Islas Caimanes y que viene viajando desde Puerto Montt donde estuvo unos días. La hermosa embarcación, construida el 2018 y cuyo costo asciende a 250 millones de dólares, es de propiedad del billonario ruso Dmitry Yevgenyevich Rybolovlev, de 54 años, quien reside en Mónaco.

El capitán de Puerto Ricardo Alcaíno explicó que antes de llegar a Valparaíso "Anna" navegó por Puerto Natales, pasó unos días en Puerto Montt y luego se vino a Valparaíso donde estará alrededor de veinte días, eso depende de lo que deciden sus propietarios.

"Está acá en una parada logística y en espera de instrucciones de sus armadores (dueños). En este caso se le aplican las mismas reglas que para un buque mercante, está prohibida la bajada de cualquier tripulante extranjero a Chile", detalló Alcaíno.

"Anna" viaja con 30 tripulantes, entre los que se encontraría el propio Yevgenyevich, según información entregada en un sitio especializado. Lamentablemente no podrá bajar a conocer la zona. Pero sí le podrán subir comida y llenar de combustible su envidiable barquito.