Cuando la primera línea de la salud se contagia
No hay protocolos infalibles y ya se registran varios funcionarios que han contraído el virus. Aquí, algunas de sus historias.
M. Valenzuela y E. Rojas - La Estrella de Valparaíso
A nivel local, los hospitales Carlos Van Buren y Gustavo Fricke contienen el mayor número de trabajadores contagiados con coronavirus, lo que supone una dura carga física y emocional para la primera línea de la salud.
Conocimos el caso de una persona que trabaja en el hospital porteño y dio positivo a COVID-19.
Dice que prefiere mantenerse en el anonimato. Trabaja en la unidad de Hospitalización Domiciliaria, que hace visitas a pacientes en sus casas. Comienza diciendo que por la naturaleza de su labor, siente que dicha unidad quedó al margen: "Las medidas que se tomaron dentro del hospital no se llevaron a cabo en mi unidad", acusa. Explica que deben lidiar con la escasez de implementos y el riesgo de trabajar en las casas de los pacientes.
"Me sentí mal el día viernes y tuve que ir a trabajar obligatoriamente porque mis compañeras estaban enfermas", relata, y explica que el domingo se sentía tan mal que tuvo que ir a la URA (Unidad Respiratoria Aguda), donde compartió con funcionarios y pacientes en un mismo espacio.
"Estuve seis horas en una sala de espera, donde había gente sana y contagiada, compartiendo un baño, donde nadie se dignó a limpiar nada", dice.
Se hizo el examen PCR y supo el resultado rápidamente, porque "todos se enteraron antes que yo. Cuando me avisaron, me avisó una persona nada que ver, el seremi me avisó al día siguiente".
Acusa que las condiciones de trabajo no son ideales y que hay poco o nulo apoyo emocional.
Comité covid
Rodrigo Riveros, médico encargado del Comité COVID-19 del hospital Van Buren, señala que ante el contagio de un trabajador, y de acuerdo a la investigación de la Seremi de Salud, "se procede a los confinamientos ya sea de casos confirmados como en sus contactos estrechos".
Respecto de la merma en el personal por las cuarentena y contagios, señala que "desde cuando se inició el plan estratégico del hospital Carlos Van Buren, se reclutó una serie de funcionarios, de manera de tener personal entrenado y disponible para ir supliendo los puestos de trabajos".
Finalmente expone que "todos los funcionarios, independiente del lugar de desempeño están expuestos, por tanto todas las labores, ya sean administrativas y clínicas, deben ser realizadas con el mayor cuidado".
EN EL FRICKE
En Viña del Mar la situación es similar y los trabajadores advirtieron de la desprotección con una paralización de actividades a mediados de abril.
"Todo esto comenzó debido a que no se nos entregó implemento de protección desde un comienzo. Solo teníamos acceso a una mascarilla quirúrgica para un turno de 12 horas. Cuando pedimos las medidas nos dijeron que éramos ridículos en usar mascarilla. Nos sentimos desamparados ante todo lo que está ocurriendo. Recién nos entregaron un escudo facial el cual debemos compartir con el turno que sigue", relata Vanessa, una auxiliar paramédico.
El testimonio anterior fue ratificado por Roberto Lobos, vicepresidente de la Fenats Fricke. "Todos los contagiados que tenemos se debe a la tozudez y falta de gestión del director del servicio. Si cuando estábamos ya en etapa 4 se pidió mayor protección y el jefe de infectología nos informó que acá no era necesario. Ahora, cuando ya hay decenas de compañeros contagiados, necesitamos que se sanitice el hospital, que se testee a todos los funcionarios. Además hay negligencia por parte del Seremi en el caso de la investigación por el paciente que se intentó suicidar y también necesitamos que los reemplazantes del personal enfermo no sea a honorarios", explicó Lobos.
"Como servicio de medicina recibimos a los pacientes desde cirugía sin exámenes tomados por COVID-19 y luego esos mismos pacientes son sacados por sospecha y llevados al hospital nuevo por arrojar positivo. Todo es mala gestión de nuestra jefatura, la poca organización para el cuidado de los funcionarios y la mala comunicación", reveló la auxiliar paramédico Vanessa.
Fenats
Raúl Delgadillo, tesorero de Fenats Van Buren, afirma que el hospital "ha sido uno de los pioneros, o previsores en este tema. En enero se preparó con bastantes elementos personales para seguridad, se tienen mascarillas y guantes". Añade que el Comité COVID ha dispuesto trabajadores para reemplazar a los funcionarios que se mantienen en cuarentena. "Hasta el momento, vamos bien aunque hay cansancio y preocupación, pero los 'vanburanos' tenemos la camiseta puesta", dice.