Comedor social aumentó su demanda en 15 días
A puro pulso, comunidad de Chorrillos Alto ha logrado brindar alimentación a más de 90 personas de esta parte de la ciudad.
La cara más cruel de la pandemia por el COVID-19 es sin duda la cantidad de contagios y muertes asociadas a la enfermedad. Sin embargo, hay otros aspectos derivados de la contingencia sanitaria y que tienen que ver con los efectos colaterales de la misma: el desempleo y la incapacidad para un gran número de personas para obtener lo básico: la alimentación.
Para muchos tal vez resulte lejano e incluso inexplicable no tener qué comer. Sin embargo, es la dura realidad de cientos de familias que han visto reducir e incluso desaparecer sus ingresos, faltando para cubrir aspectos tan esenciales como la comida.
Advirtiendo esta situación, es que la comunidad de Chorrillos Alto en Viña del Mar comenzó a reunir antecedentes, a hablar con sus vecinos y buscar la forma de ir en ayuda de los más carentes.
Pilar Gutiérrez, presidenta de la agrupación de juntas de vecinos de Chorrillos Alto y presidenta de la junta de vecinos René Schneider contó la situación que afecta a este sector se repite en gran parte de la comuna, especialmente en la parte alta.
"Esto nació de la conversación que a diario vamos teniendo con los vecinos, la preocupación que iba surgiendo a raíz de personas que viven en la población y que habían quedado sin trabajo y que no tenían ni siquiera para comer", explicó la dirigente y agregó que gran parte de la comunidad del sector corresponde a mujeres jefas de hogar que se desempeñaban como asesoras del hogar y que perdieron sus empleos por efecto de la pandemia.
"Se vio la necesidad y partimos conversando entre los vecinos. Tenemos la suerte que en la comunidad existen varias manipuladoras de alimentos que son del sector y mi hija que es nutricionista nos hace la minuta y las manipuladoras preparan los alimentos. Esto partió el lunes 11 de mayo con 46 personas beneficiadas y a hoy día vamos en 91. La cifra se ha más que duplicado", precisó Pilar al tiempo que añade una frase que resulta ejemplar: "Una comunidad organizada no se puede permitir que sus vecinos pasen hambre".
Hasta ahora, el comedor solidario de Chorrillos Alto ha funcionado gracias a la solidaridad de los mismos vecinos quienes han aportado verduras y abarrotes que han permitido preparar platos de comida para la gente.
"Es muy emocionante porque ha sido todo colaboración solo de los vecinos (...) El domingo hicimos una lucatón y logramos juntar 301 mil pesos que se destinaron a comprar lo que haga falta", destacó la dirigente.
Los que quieran ayudar
El comedor solidario de la Población René Schneider funciona de lunes a viernes, de 12.30 a 13.30 horas en la misma sede de la junta de vecinos. Como medida de resguardo sólo se retira, las personas acuden con mascarillas y con su olla o pote y retira la ración correspondiente. Quienes deseen hacer su aporte - lo que siempre falta son productos más onerosos, como carnes y pescados - pueden ponerse en contacto con la junta de vecinos o con su presidenta a través del correo juntavecinos.schneiders@gmail.com o al 996933074.