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Pititore Cabrera: "Si me llega a dar esta cuestión, me muero"

El extrovertido exgoleador canario de los '80, gambetea al coronavirus tal como lo hacía en la cancha con los rivales.
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Claudio Morales Salinas - La Estrella Quillota - Petorca

En el departamento que comparte junto a su pareja en la Villa Molinare de Quillota, pasa sus días Víctor "Pititore" Cabrera en estos tiempos en que todas las recomendaciones indican que el confinamiento en casa es lo más seguro para disminuir el riesgo de contagio por coronavirus.

Claro que el nunca olvidado integrante de la histórica delantera de las tres "P" (junto al "Pato" Yáñez y al "Pindinga" Muñoz) que maravilló a los hinchas de San Luis a principios de los '80, siempre fue y sigue siendo, hoy más que nunca, un hombre del pueblo. Y como tal, el ariete que también rompió redes, entre otras, con la camiseta del extinto Regional Atacama, no se puede dar el lujo de estar todo el tiempo encerrado en su hogar.

Y por su locuacidad tampoco podría el "Piti" restarse totalmente del contacto humano. En la calle lo saludan todos y conversa con amigos. Por eso lo encontramos al exfutbolista, en un día cualquiera de la semana, caminando por el centro de la ciudad con su respectiva mascarilla. Pero solo porque debe realizar compras imprescindibles para su hogar, "comida para mis regalones (sus gatos) y unas herramientas porque estoy arreglando la casa, es que me gusta maestrear", revela.

Aun así, Víctor Cabrera confiesa que esta pandemia igual lo mantiene mucho más tiempo en casa que antes, y según cuenta, hay razones importantes para asumir este tiempo de cuarentena de buena manera.

"Sucede que así como me ven ustedes, súper paradito a mis 63 años, yo igual estoy cansado. Fue harto tiempo que estuve trabajando en las escuelas municipales y con los chicos de San Luis. Han sido como 25 años sin parar. Por ejemplo, con el fútbol calle que me dieron la oportunidad el alcalde Luis Mella, los concejales y en la Casa del Deporte; de todos ellos estoy siempre muy agradecido", subraya Pititore.

Y es que la pausa obligada de todas esas actividades, le permitieron también al compadre del fallecido Fredy "Guatón" Bahamondes, hacer una pausa muy necesaria en su vida. "Ahora puedo descansar más, y lo necesitaba harto, porque yo me hago el valiente no más para andar por ahí, pero recuerden que tengo varias operaciones en mis dos piernas desde la época en que jugaba. Así que este descanso después de tanto tiempo me viene de perillas, y gracias a esta 'Palmenia Pizarro' (como se refiere jocosamente a la pandemia de coronavirus)".

En edad de riesgo

Además, y conciente de los años que ya tiene encima, el "Pititore" Cabrera reconoce sin rodeos que estos meses con su mundo a medio funcionar le han servido "para disfrutar la cama, yo ya estoy viejito, estoy en la edad de más riesgo. Si me llega a dar esta cuestión del coronavirus, me muero, así me dijo el doctor, por mi condición de insulino dependiente y de hipertenso. Así que estoy asustado por lo que estamos viviendo; cuando voy al centro, voy rapidito y me vengo altiro".

Pero pasando buena parte de su tiempo en el departamento en el que vive actualmente, al recordado "9" de San Luis, Colo Colo y Deportes La Serena, no le falta en que entretenerse. Ahora que no hay fútbol (chileno y actual) por la televisión, Cabrera volcó su esmero en la familia de gatos que llegó a tener. "Justo cuando comenzó la cuarentena yo tenía nueve gatos aquí en la casa, ya que parió la Linda, que después la operé mejor. Al principio los crié aquí, pero después vino gente y se los llevaron. Así que me quedé con la Linda y con el Gringo, que es mi regalón total", dice chocho el Piti sobre su consentido felino, que asegura, tiene tres meses, aunque en realidad se ve más grande "por lo bien alimentado que lo tengo", se felicita a sí mismo el orgulloso dueño.

Vivió muchos episodios en su vida desde que era chico cuando le decían "Pititore Cantatore". Desde que lo llamaban las vecinas de la población Cemento en La Calera (su padre trabajaba en la fábrica) para que les hiciera trabajitos de limpieza con los que se ganaba sus monedas, hasta que lo descubrió el emblemático Eduardo "Punto" Silva jugando en un campeonato amateur y lo reclutó para San Luis, "no sin antes sacarme del servicio militar", evoca el artillero.

Solo un adversario logró doblegar a Víctor Cabrera en la cancha alguna vez, "cuando me fui a Concepción, allá no aguanté el frío y la lluvia, no me abrigaba nunca porque yo era flaco, así que me fui con el "Clavo" Godoy que me fue a buscar y me llevó a Copiapó".

Ahora, 36 años después, en tiempos de frío y pandemia, "Pititore" se resguarda de las bajas temperaturas sin necesidad de irse al norte, sino estando en casa con sus gatos.

62 años tiene en la actualidad el "Piti", nacido el 9 de noviembre de 1957 en Quillota.

"No Pain No Gain" se sacó la mufa...

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Luego de llegar segundo en sus tres últimas presentaciones (dos veces en el Hipódromo Chile y luego en el aún fresco Clásico "Retorno" del pasado 21 de mayo en Los Castaños), el ejemplar "No Pain No Gain" (13) rompió al fin con su "mala suerte" al imponerse ayer en los 1.200 metros del Clásico "Esperanza" en el Valparaíso Sporting de Viña del Mar.

Bajo la fusta de Rafael Cisternas -y la preparación de Juan García- el representante del stud Don Elías (haras Dadinco) arremetió por fuera en los últimos 200 metros para superar por pescuezo al finasangre "My Dad" (6), que con la conducción de Jorge F. Henríquez, debió conformarse con un segundo lugar. Completaron la tabla los ejemplares "Ghosty" (5) y "El Roque" (7), siendo guiados por Javier Guajardo y Jorge Zúñiga, respectivamente.

Utilizando un tiempo de 1.14.59, "No Pain No Gain" pagó un dividendo de $2.2 a ganador, entregando premios de $1.360 a la Exacta, $650 en la Quinela, $25.620 para la Trifecta, $227.170 en la Superfecta, $6.400 para la Doble de Mil y $1.650 en el Enganche.

Mañana, entre las 12.30 y las 20.00 horas, el Valparaíso Sporting organizará una nueva jornada hípica con un clásico fijado para las 16.14 horas.