Porteño de 84 años lleva más de 20 días esperando operación
Ingresó el 13 de mayo al hospital Carlos Van Buren por una fractura de cadera y su familia no ha podido visitarlo. Temen que el aislamiento lo haya afectado física y sicológicamente.
Los familiares de Víctor, un porteño de 84 años, están desesperados.
Lleva 22 días hospitalizado en el Carlos Van Buren a la espera de una operación por una fractura de cadera.
Debido a la pandemia, no han podido visitarlo y cuando piden información en el hospital, solo les dicen que está estable.
"El 13 de mayo tuvo una caída y se fracturó su cadera. Ingresó a Urgencias del hospital Carlos Van Buren, estuvo dos días en una camilla porque no había camas disponibles. Al tercer día lo trasladaron a Traumatología y nos dijeron que la médico tratante nos iba a llamar para informarnos sobre el estado de salud de mi papá, pero pasaron 15 días y no supimos", explica Elizabeth Serrano, la hija de Víctor.
Tenían a su disposición tres números de teléfonos proporcionados por el hospital para saber de su condición, pero cada vez que llamaban, les entregaban un escueto "está estable".
"Cuando pudimos comunicarnos con un médico, nos dimos cuenta de que todos los días era uno distinto", asegura su hija.
Cuando el hospital no cuenta con pabellones para sus pacientes, existe la posibilidad de derivarlos a otros centros asistenciales que estén disponibles. Elizabeth cuenta que le informaron que el Van Buren está a la espera de una resolución para poder llevar a cabo este traslado. Una situación complicada, teniendo en cuenta que ya la red local de salud está cerca de su límite por el coronavirus.
Información
Debido a los protocolos por la pandemia, Elizabeth no ha podido visitar a su padre en estos 22 días, ni saber cómo está por sus propios ojos.
A esto hay que sumarle el temor de su familia a que pueda contagiarse de manera intrahospitalaria con COVID-19, ya que Víctor tiene antecedentes de base, como problemas coronarios y diabetes. Ante la necesidad de saber más de él, lograron obtener información por otras fuentes, que les entregaron pruebas sobre la condición de Víctor. "No parece mi papá, está muy demacrado. Ellos nos hablan de los protocolos, del contexto en que estamos. Nosotros entendemos eso, pero necesitamos respuestas, si lo van a operar o no", dice la hija de Víctor.
María Soledad Montes, subdirectora de Gestión del Cuidado del hospital, aseguró que "el médico tratante ha estado en permanente contacto con la familia directa del paciente, a quien se le entrega constante información según lo requieran, inclusive se les ha entregado información por escrito (certificado de hospitalización)".
Montes agregó que "por nuestra parte, adicionalmente, a través del Servicio Social se está gestionando apoyo más allá de su patología de base. Se trata de un paciente traumatológico que está a la espera de programar su cirugía la que, debido a las contingencias del COVID-19, se ha retrasado más de lo habitual, no obstante está dentro de nuestras prioridades resolver su caso según lo permita la emergencia que estamos viviendo".
13 de mayo fue la fecha en que Víctor tuvo la caída que le fracturó la cadera y tuvo que ingresar al hospital Van Buren.