Hace algunos días, como industria de aseguradores, anunciamos un seguro de vida gratuito para los trabajadores de la salud pública y atención primaria municipal que actualmente trabajan intensamente en enfrentar esta crisis sanitaria, provocada por la pandemia del Covid-19. Esta iniciativa beneficiará a 235 mil funcionarios y contempla un capital de 7,2 millones de pesos por trabajador. El periodo de cobertura será entre el 18 de marzo de 2020 y 31 de diciembre de 2020.

Sin duda, creemos que ésta es una contribución importante para el difícil momento que estamos viviendo como sociedad, donde esta pandemia nos ha afectado a todos, de distintas maneras y con diversas dimensiones, pero de manera transversal.

Este seguro es una contribución para aquellos profesionales que están enfrentados día a día y de manera directa con el virus y, que por lo demás, está en sus manos salvar las vidas de todos nosotros, razón por la cual, era muy importante poder poner a disposición de ellos y de sus familias, alguna herramienta que les brinde algún grado de seguridad para ejercer su destacada labor. Y digo algún grado, porque evidentemente, brindar seguridad en estos momentos es una misión que va más allá de la industria aseguradora y debe involucrar a más actores e iniciativas.

Si bien es cierto, quiero destacar esta contribución, creo que es importante ver el trasfondo de esta iniciativa, que dice relación fundamentalmente con que todos estamos llamados a contribuir en esta crisis, desde donde sea que nos encontremos y con las herramientas que tengamos a disposición. Mirar hacia adentro de nuestras organizaciones y ver cómo somos capaces de ponernos a disposición de esta crisis, que necesita ser abordada de diversos ángulos, con diversidad de conocimientos y amplitud de herramientas.

Esta crisis nos desafía a revisar el rol que cumplimos como organizaciones y volver a nuestros cimientos, a nuestras bases y recordar nuestro propósito. Es por eso, que como compañía de seguros empujamos esta iniciativa, volcando nuestra experiencia y capacidades y así ayudar a quienes hoy día nos están ayudando.

María Eugenia Norambuena

Gerenta General

Principal Vida

Las inyecciones de liquidez a pymes han sido claves para afrontar la crisis, evitar despidos, quiebras y no caer en un espiral negativo de déficit de caja que tardaríamos años en recuperar. En ese sentido, los créditos Covid19 son una excelente noticia, que permiten a éstas contar con caja suficiente para hacer frente a las caídas en ventas y en su recaudación.

Pese a ello, estas empresas han comenzado a sobreendeudarse, solicitando montos que no requieren por completo hoy, pero que se hacen necesarios frente a la incertidumbre. Sin embargo, mientras más recursos hay, más se desembolsa. Gastos que no sólo se realizan en inversiones o acciones que garanticen la generación de flujos futuros.

Entonces, ¿cómo nos aseguramos que al momento de pagar el crédito contemos con los flujos necesarios para ello?, ¿qué pasará con aquellos que no puedan pagar? A fin de cuentas este financiamiento está garantizado en un alto porcentaje por el Estado, si la empresa no paga, ¿lo hará este poder?

Soluciones, sin duda muchas. Si hoy aseguramos a las pymes un monto fijo a girar de un crédito Covid hasta abril 2021, tal vez las llevaría efectivamente a endeudarse cuando realmente lo necesiten, y no hoy "por si acaso".

Gabriel Vergara

CEO y fundador de Smart CFO