Jugadores de 2a División cuentan sus penurias
Muchos ya llevan más de dos meses sin cobrar, producto de la pandemia.
Sección Deportes
Que los jugadores en la Segunda División vivan todo tipo de dramas y penurias en lo económico, ya es una triste costumbre. Y ahora peor por la pandemia, que ha recrudecido este problema y ha intensificado notablemente las carencias que viven, día a día, muchos de los jugadores que compiten en la menor de las divisiones profesionales del fútbol chileno.
Si bien no son todos los clubes los que hoy tienen líos, ya que la gran mayoría está cumpliendo con sus responsabilidades contractuales (como Lautaro de Buin, Recoleta, Colina, Fernández Vial, Deportes Concepción, Colchagua, Independiente de Cauquenes e Iberia), hay algunos que sí están en aprietos. Un caso revelador es lo que ocurre con el recién ascendido Deportes Linares. El uruguayo Rodolfo Neme, su técnico, recientemente renunció a la institución alegando que no le han pagado su sueldo y los jugadores viven situaciones similares e incluso peores. Ante este escenario, dos futbolistas del conjunto albirrojo narraron a Emol los duros meses que han vivido en esta crisis y lo que han tenido que hacer para mantenerse.
"Nos pagaron la mitad de marzo y la otra mitad la pagó la municipalidad para ayudarnos. Le pedí ayuda para trabajar a un auspiciador del club (como repartidor de gas). Se portó muy bien, nos dio pega como a tres compañeros", cuenta el futbolista Lucas Mondaca, quien luego tuvo que vender pasteles en la ciudad con su polola "para generar recursos por algún lado, porque no nos entraba nada. La verdad es que el club prácticamente nos dejó botados, no sabíamos nada, si pagaban o no pagaban", sostuvo, agregando que en abril y mayo no han recibido remuneraciones como plantel.
En Linares están tan a la deriva, como cuenta Mondaca, que incluso los hinchas del club se han organizado para ayudarlos en este complejo momento. "La barra estuvo haciendo cajas con alimentos y se las estaban repartiendo a los jugadores. A mí también me llegó una", añadió el jugador, agradecido de sus hinchas.
Bastián Irribarra, capitán del equipo, también cuenta su historia y profundiza en los líos que han tenido como plantel. "He vivido problemas económicos como todos. Yo estudio y varios también lo hacen. Uno vive del fútbol, entonces es complicado porque he tenido que trabajar en cosas pequeñas con mi abuelo", explica Irribarra, quien se fue de Talca cuando explotó la pandemia y partió a la casa de sus papás en Santiago. "Mi tata hace jardines, así que en ese tipo de cosas he trabajado. Esto lo hago para mantenerme y poder generar ingresos", añade .
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