El grupo de economistas, con expertos de lado y lado, generó una propuesta para enfrentar la pandemia y sus desastrosos efectos. La masiva clase media del país, que con tanto esfuerzo obtuvo un bienestar y mejora respecto de sus propios padres, hoy ve con más incertidumbre que nunca, un retroceso sin precedentes. El acuerdo que pretende apaciguar este problema, se encuentra en un punto muerto entre oposición y gobierno. Parece increíble, pero hasta en estas apremiantes circunstancias la oposición intenta separar los proyectos, tirar el tejo pasado para sellar el pacto en sus propuestas y dilatar la discusión de la reactivación económica, inclusive postergándola. Es impresentable un actuar tan mezquino, calculador e irresponsable. Debiésemos mirar como el Uruguay, en una bilateral entre el ex presidente Tabaré Vázquez y el actual presidente Luis Lacalle Pou, sin prensa ni patadas a la mesa, gestaron un acuerdo pese a sus legítimas diferencias políticas en pro de su país. Aquí, algunos se siguen mirando el ombligo.
Nuevamente la historia
La trágica muerte de George Floyd conmocionó al mundo entero. En muchos puntos del mundo salieron a protestar por las legítimas demandas para enfrentar al racismo de una vez por todas. Sin embargo, se ha cometido el error de tratar de reescribir la historia con gestos bastante decidores, botar estatuas parece ser la favorita de aquellos que protestan. Pero ¿Qué esconde esa pretensión? Sin lugar a dudas una firme creencia en el revisionismo histórico, en pretender tapar el sol con un dedo, en dejar sin sonido esos pasajes de la historia que son más bien oscuros. En Londres, por ejemplo, se rayó la estatua de Winston Churchill. No necesita mayor presentación, pero Churchill fue quien combatió resueltamente la barbarie totalitaria, fascista y racista en Europa en el siglo XX. Nadie más como él podría estar de acuerdo hoy con las aspiraciones por el fin del racismo. El caso en cuestión es el vivo ejemplo de que asistimos hoy a una generación que siente. ¿Qué podemos esperar de esta generación que quiere dibujar la historia de forma antojadiza? Nada más que mentir -conscientemente- sobre nuestra historia, empobrecer la educación de las generaciones venideras y lo que es peor, no sacar las correspondientes lecciones que el pasado nos otorga.
José Luis Trevia
Javier Altamirano.