Guardia Presidencial de Granaderos controla la cuarentena en Quillota
16 caballos son parte del control que realiza en la ciudad el Ejército. Todos entrenados para las calles.
Quillota es una ciudad que creció con la Escuela de Caballería en el sector de San Isidro. Por eso, para los vecinos de la capital provincial no fue sorpresa encontrarse con patrullas montadas de militares recorriendo las calles, las que cumplen con el rol de fiscalizar a quienes transitan por la ciudad, la que desde el viernes se encuentra en confinamiento obligatorio.
Así las cosas los funcionarios, hoy del Regimiento Granaderos, recorren las calles ya sea a pie o montados en 16 caballos, algunos de ellos parte de la Escolta Presidencial, los mismos que ven en los desfiles del Día del Ejército el 19 de septiembre, o acompañando los últimos metros del Presidente o Presidenta cuando realizan la cuenta pública en el Congreso.
Algo único
En conversación con La Estrella, el coronel Luis Barañao, comandante del Regimiento Escolta Presidencial Granaderos, señaló que existen cuatro patrullas de cuatro jinetes con sus respectivos caballos. En total, 16 binomios que avanzan para, explicó, "cubrir una mayor cantidad de espacio con menor tiempo significativo y controlar a personas a pie y en vehículo".
El oficial agregó que "hemos tomado todas las medidas precautorias, los jinetes utilizan la indumentaria de seguridad tanto física (casco, chaleco) y lo que es la distinción en horario de oscuridad".
Sobre los equinos, agregó que "a todos nuestros caballos les ponemos zapatos de goma, lo que les permite andar por el pavimento sin el temor o el riesgo de tener alguna caída".
Sobre los caballos -de entre 8 y 11 años-, indicó que son 16, todos del regimiento y muchos de ellos escoltan al Presidente. "Están entrenados e instruidos para tener esta función polivalente, están acostumbrados al desplazamiento en la calle, no tienen problemas con los vehículos ni el ruido en las vías", agregó Barañao.
El oficial puntualizó que, en caso de fuga ante este control, "no está dentro de nuestro rol la persecución a un vehículo que se de a la fuga. Los jinetes cuentan con cámaras, por lo que tendríamos el registro de vehículo y patente para hacer la persecución penal". Ayer, por la lluvia, los caballos no salieron y solo hubo control a pie.
El oficial por último destacó el comportamiento de los vecinos de Quillota, ya que el "desplazamiento de personas y vehículos disminuyó notablemente".