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"Pájaro" Gutiérrez: los goles en tiempos de pandemia y VAR

El delantero que partió en la Universidad Católica, y que hoy defiende los colores de O'Higgins, tiene buenos recuerdos de sus pasos por Everton y Santiago Wanderers.
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Claudio Morales Salinas

Como integrante del plantel de O'Higgins, Roberto Gutiérrez recayó en el confinamiento y en el entrenamiento por Zoom, ya que en el Monasterio Celeste habían reanudado las prácticas hace unas semanas, pero la cuarentena decretada en Rancagua obligó a interrumpir esos trabajos, los que retomaron el jueves pasado gracias al permiso otorgado por el Gobierno a los clubes profesionales.

Y es que los jugadores añoraban la cancha y el "Pájaro" no es la excepción. "Creo que nadie tenía contemplado, ni en sus peores pesadillas, que pasara algo como lo que estamos viviendo. Para los futbolistas, nuestra profesión se sustenta en el físico, y en ese sentido, llevábamos cuatro meses entrenando de una manera que no es correcta. Necesitábamos esa autorización para volver a entrenar, empatizamos con la gente que aún no puede volver a trabajar, pero reitero que nuestra carrera dura hasta que el físico nos dé", sostiene el ariete que ha vestido las camisetas de diez clubes entre Chile y México.

Gutiérrez opina que si los jugadores que están en sus primeros años no pueden realizar un entrenamiento acorde, su vida deportiva profesional se verá mermada. "Lo más difícil era mantener la motivación entrenando por una plataforma que no te da la posibilidad de recorrer 30, 40 o 50 metros, sino que es un trabajo estático; no podías tener contacto con el balón tampoco. Por eso el volver a cancha tiene tan feliz a los futbolistas, porque ahora podemos hacer movimientos más reales, acordes de lo que se exige en un campo de juego", indica el delantero.

¿celebrar o no?

Estas prácticas que hoy pueden llevar a cabo todos los clubes, están orientadas a un pronto retorno a la competencia, si es que la crisis sanitaria cede y lo permite. Pero el fútbol, tras el retorno, como se ha visto en Europa, deberá regirse por estrictos protocolos, y uno de ellos se refiere a las celebraciones de los goles sin tanta efusividad entre compañeros.

Roberto Gutiérrez llega seguido a las mallas, aunque todavía le cuesta asimilar lo que hará tras anotar, ya que según dice, "la verdad es que no he pensado tanto en eso, pero si tú me preguntas, se me viene a la mente que el VAR ha impedido muchas celebraciones, así que créeme que no va a ser algo nuevo eso de no poder abrazarse; hoy día haces un gol, el VAR te lo anula, no puedes celebrar, llegas a la mitad de la cancha y te lo validan, pero ya no hubo abrazos. Tal vez todo esto llegó justo en el momento indicado, porque el reglamento nos va a dar la posibilidad de no estar tan juntos para las celebraciones".

Las dos camisetas

Entre la decena de equipos que han tenido en sus filas a Roberto Gutiérrez, se cuentan Everton y Santiago Wanderers, y el jugador que vive en Curacaví valora el paso que tuvo por estas dos instituciones.

"Everton fue una inyección anímica importante en lo que fue mi carrera. Yo el 2007 sufrí un corte de ligamentos, y el 2008 fui a México, a Tecos que me había comprado antes, pero no jugué. Entonces los primeros seis meses del 2009 vine a Everton con Nelson (Acosta), que ya me había nominado a la selección, entonces tenía la confianza de él. Hasta el día de hoy me saco el sombrero por la gente de Everton, fue un club que se portó muy bien conmigo en todo ámbito", destaca el goleador, que protagonizó un episodio con la casaca oro y cielo que aún se recuerda.

"Pudimos conseguir lo que fue el primer triunfo de un equipo chileno en Argentina por Copa Libertadores, fue un hecho histórico que nos permitió quedar en las vitrinas del club", evoca el "Pájaro" sobre ese 2-1 sobre Lanús, en el que le tocó marcar uno de los tantos (el otro fue de José Luis Muñoz).

Pasaron algunos años de eso, y Gutiérrez defendió también a los porteños. "Me han dicho eso, que jugué en Everton y en Wanderers, que son dos equipos que tienen su rivalidad futbolística, y en los dos tuve mucho cariño. A mí me tocó ir después a Wanderers, el 2014, pero cuando llegué no tuve ningún problema por haber estado antes en Everton", asegura el atacante, quien con la enseña verde, y con Emiliano Astorga como técnico, protagonizó una campaña que los hizo rozar el título.

"Hasta el día de hoy me saco el sombrero por Everton, fue un club que se portó muy bien conmigo en todo ámbito".

Roberto Gutiérrez

2014 fue el año en el que Gutiérrez vistió la camiseta de Wanderers, dejando muy buen recuerdo.

La Estrella de Quillota - Petorca