El esforzado trabajo
Recorren varios kilómetros entre Villa Alemana y el límite con Limache para dar con alguna pista de Ámbar. Carolina Cortés, quien comanda a un grupo de jóvenes, participó también en la búsqueda del profesor Nibaldo.
Pablo Vanni-Bastías - SoyValparaiso.cl
Calle Covadonga es una subida que en sus últimos metros se vuelve un tanto dura de recorrer. Una vez arriba no solamente se puede ver el plano de Villa Alemana, sino que del otro lado se extiende la inmensidad del valle llegando a Limache, cortado por la línea del tren y una corrida de casas de la comuna vecina.
Si bien el terreno tiene cierta planicie, no es fácil caminar por la gran cantidad de zanjas, piedras y otras irregularidades en el paisaje. Es difícil pensar que una adolescente con zapatillas urbanas pudo eventualmente internarse ahí para desaparecer.
La historia de Ámbar Cornejo, de 16 años, quien ayer cumplió una semana sin que se sepa de su paradero, en un caso que estremece a Villa Alemana y al país conforme se saben más aristas.
No obstante, el shock no paraliza a la gran cantidad de jóvenes voluntarios que han llegado desde las cercanías para buscar a Ámbar. Muchos de ellos la conocieron, otros han empatizado con el dolor de la familia, como también otras simpatizan con la causa a partir del masivo movimiento de mujeres contra la violencia que ha surgido el último año en el país.
La familia ha agradecido estos gestos. Así lo plantea Madeleine Llanos, prima de la joven, quien expuso que "ha llegado gente que no eran amigos de ella, todos por publicaciones en redes, por lo que han visto en televisión. Mientras más gente llegue mejor y estamos muy agradecidos".
Encontrarla viva
Una de las personas que ya lleva varios días en la búsqueda es Carolina Cortés, quien comanda un grupo de jóvenes voluntarios vecinos del sector. Se les ve cansados pues han caminado gran parte del valle con una paciencia propia del anhelo que los reúne: encontrar a Ámbar con vida.
Carolina es una mujer madura, de gestos duros, pero sus ojos toman un cristal diferente cuando se le pregunta por Ámbar. "La conozco porque viajaba en el mismo bus escolar de mi hija, la conozco (...) me motiva el hecho de que soy madre y mi hija tiene casi la misma edad", cuenta.
"También estuve en la búsqueda de Nibaldo, por lo que tengo experiencia en el cerro", agrega, pensando probablemente en los al menos 15 kilómetros que separan desde esta vía a Villa Alemana de Limache, cuestión que no desanima al gran grupo de jóvenes que la acompañan, quienes portan botellas de agua y elementos como barras de cereal entregada por la solidaridad de los vecinos.
En cuanto al funcionamiento que tienen durante el día, Carolina afirma: "Tenemos una hora determinada y horario determinado que fijamos la noche anterior".
"Ahora descansaremos un rato porque anduvimos toda la semana. Todo esto ha sido difícil, para mí que soy mamá. Uno se involucra, y al final eso te afecta, pienso en mi hija, en la angustia que vive hoy su papá", finaliza.