Dramático testimonio de porteña que vivió la tragedia en Beirut
Estefanía Henríquez llegó en febrero a vivir a la capital libanesa. "Estamos todos muy afectados, siguen apareciendo personas bajos los escombros", dijo la oriunda de Playa Ancha.
Belén Velásquez N. - La Estrella de Valparaíso
La explosión vivida en Beirut, capital del Líbano, está conmocionando al mundo, pues cada vez son más los fallecidos que van siendo contabilizados por las autoridades, las mismas que ya cifran en más de 5 mil a los heridos producto de la ola expansiva que dejó un escenario devastador en el puerto principal del país asiático.
Estefanía Henríquez es porteña, oriunda de Playa Ancha, y desde febrero que vive en el Líbano. La ingeniera comercial de la Universidad Adolfo Ibáñez, con master en personas y organizaciones, viajó en 2017 a España y este año se mudó a Beirut para llevar a cabo una investigación para su doctorado en estudios migratorios.
Le gustó el país y decidió quedarse y desde allá contó cómo vivió la explosión, que la sorprendió entrando a un ascensor. Aseguró que la experiencia sísmica adquirida en Chile la ayudó a reaccionar y ponerse a salvo junto al amigo con el que se encontraba al momento del hecho.
Entrando al ascensor
"Primero vino como un temblor. Me encontraba literalmente saliendo de la oficina donde trabajo, poniendo un pie dentro del ascensor cuando comenzó a temblar. Tomé a mi compañero que estaba dentro del ascensor y lo tiré hacia fuera porque mi reacción fue la de un temblor y, a pesar de lo extraño que era, tengo la experiencia de Chile", relata Estefanía.
Agrega que "duró un par de segundos y luego vino la explosión. Afortunadamente las puertas de la oficina estaban cerradas y eso nos ayudó a que las ventanas no nos explotaran encima. Nos escondimos bajo una parte segura para ver qué estaba pasando, se activó la alarma de incendio y entre el ruido de la alarma y la explosión no se escuchaba nada, el sonido fue horrible".
El desastre
"Después de eso, esperamos sin saber nada, bajamos y nos encontramos con el desastre que había. La oficina donde trabajo no está tan lejos del lugar, hay un área que se llama Downtown Beirut, que es el centro comercial de la ciudad y mi oficina queda aledaño a eso, entonces estábamos relativamente cerca", describió la porteña, que también residió en Reñaca, Viña del Mar.
Estefanía dice que "no podría compararlo ni siquiera con un terremoto porque solo escuchaste un sonido fuerte, explotaron ventanas, ruidos. Inmediatamente mucho ruido de todos lados, ambulancias, bomberos, helicópteros, todos tratando de apagar el incendio del puerto".
"Afortunadamente las redes sociales no dejaron de funcionar y nos fuimos enterando de lo que pasaba y qué era, pero todas las teorías te pasan por la cabeza. Fue tremendo porque la onda expansiva fue de unos 10 kilómetros y si bien Beirut es una capital, es pequeña. Fue a las 6 de la tarde, o sea justo había gente saliendo de la oficina y había mucha gente en el centro", relata la profesional.
El día después
Al día siguiente de la explosión, "levantarse fue muy triste, aunque creo que la verdad es que nadie durmió", dice Estefanía.
"Estamos todos muy afectados, siguen apareciendo personas bajo los escombros, están buscando a personas en el mar porque como la explosión ocurrió en la costa, al parecer muchas salieron proyectadas de los edificios aledaños hacia el mar. Las cifras siguen subiendo, hay más de 30 mil viviendas afectadas, edificios completos, algunos tienen riesgo de derrumbe. El Gobierno declaró duelo nacional por tres días y obviamente lo que está ocurriendo en las calles es que la gente está saliendo a ayudar, independiente de que todavía hay una nube tóxica encima de Beirut".
Estafenía dice que si bien lo que vivió no es comparable con nada, las consecuencias le recuerdan a lo vivido en Chile el año 2010, cuando un terremoto 8,8 grados Richter remeció la zona centro sur.
"Creo que no hay palabras para describirlo y, honestamente, si es que lo comparo con algo que he vivido antes, tiene que ser el terremoto de Chile del 2010. Es un panorama muy parecido a cuando estaba todo abajo y uno no lo podía creer, es exactamente lo mismo. Hoy vi un video de un hombre saliendo de los escombros y me recordó mucho al terremoto", confiesa.
Sobre el hecho se ha hablado de atentados o de un accidente. Estafanía dice que "las investigaciones apuntan a que esto ha sido un error humano, hay muchas teorías todavía, hay que esperar. Sin embargo, es importante que no se hagan suposiciones innecesarias por respeto a las víctimas y familias".
Romper paradigmas
Respecto a su permanencia en el país oriental, la ingeniera comercial sostiene que "no podría dudar si me quiero quedar para ayudar a reconstruir Beirut. Hoy día Beirut me está entregando oportunidades que quizás no hubiese encontrado en otras partes del mundo. Amo este país, la gente de este país. Encontré a mi familia libanesa de alma, han sido mi familia todo este tiempo, entonces yo le debo mucho a este país y ya me siento parte de él".
Agrega que "no me imagino viviendo de otra manera, dándome media vuelta y yéndome. Si esto llegara a atentar contra mi integridad, obviamente tomaría una decisión, pero en este momento esa no es la situación. Trabajo con un grupo de gente joven emprendedora libanesa y me gustaría ayudarlos a cumplir sus sueños y demostrar que este país es mucho más de lo que de repente se piensa. Hay que empezar a deconstruir paradigmas de Oriente y Occidente, como si el mundo estuviera dividido en dos porque no lo está", reflexiona Estefanía.