Optimist sin Mundial
La pandemia canceló la cita que tomaría lugar durante junio en el famoso Lago di Garda ubicado al norte de Italia. Agustín Campos era uno de los cinco representantes chilenos que iba a decir presente en el evento.
El pasado viernes, la ministra de deportes, Cecilia Pérez, visitó a los deportistas de alto rendimiento de la región de Valparaíso que volvieron a entrenar gracias al permiso único colectivo otorgado con miras a los Juegos Olímpicos de Tokio. La titular de la cartera pasó por el balneario de Algarrobo en la comuna de San Antonio, donde los veleristas de la zona la recibieron con un paseo por la bahía para conmemorar la vuelta al agua.
Tal como el resto de los seleccionados nacionales que participaron en esa actividad, los más pequeños de las disciplinas náuticas, que apuntan a profesionalizar sus carreras, buscan volver a navegar lo más pronto posible. Agustín Campos es una de los jóvenes proyectos que entrena desde muy pequeño en el club Cofradía Náutica del Pacífico en Algarrobo, siempre en modalidad optimist, rama que es reconocida como la iniciación a la navegación a vela, reservado para menores de 15 años, y que consiste de una embarcación monoplaza, un solo tripulante, y una sola vela que en total pesan 35 kilos.
Agustín alcanzó el límite de edad este año, y para cerrar el ciclo, justo antes de avanzar a la modalidad 29er, culminaría su paso en optimist con su último mundial de la categoría que tendría lugar en el reconocido Lago di Garda al norte de Italia durante junio. No obstante aquello, el brote de COVID-19 truncó sus planes.
"Ya terminé mi último año y me cambio a otro bote más grande que se navega de a dos, tiene dos velas y necesita mucho más peso, se llama 29er. Mi último campeonato iba a ser el mundial, y la verdad me siento muy mal, porque era la competencia final. Precisamente en mi último año mejoré mucho e iba bastante mas rápido, por lo que estoy seguro que hubiese ganado", compartió el velerista que, junto a otros cuatro laseristas, hubiese representado a Chile en la cita.
El proceso de clasificatorias para la instancia, dividido en cinco Grand Prix durante la temporada, fue durante las últimas fechas en que se subió al bote antes de la llegada de la pandemia a la zona. A pesar de que un descuido arriba de la bicicleta le provocó una lesión en la clavícula, y por ende bastante tiempo fuera del agua, Campos clasificó en primer lugar para Italia.
"Al principio me mantuve muy bien, pero después tuve problemas con mi clavícula, me caí en bicicleta, pero no me perdí de ningún campeonato, solamente algunos entrenamientos. Cuando volví de la recuperación, hubo un Grand Prix en el que quedé segundo pero tenía mucha diferencia de puntos, así que me mantuve primero", explicó Campos.
Lamentablemente, el velerista tenía alojo y vuelo listos para Europa y se quedó con un pasaje en mano que, entre risas, "ahora me sirve para ir a dar una vuelta", en un plazo de un año. Si bien las instancias masivas se mantienen en espera, Agustín iría por el Sudamericano que de principio dejó de lado por temas monetarios. "Decidí poner las lucas y las fichas para ir a Italia pero ya se canceló, entonces el Sudamericano, que hubiese sido en marzo, está pensando hacerse en diciembre en Mar del Plata y me voy a despedir de optimist allá, pero todavía no hay nada concreto por el virus", afirmó el deportista.
Oportunidad en crisis
Debido al avance de la pandemia, Agustín se vio en la obligación de dejar los entrenamientos en Algarrobo a mediados de marzo, desde ese entonces cursa el primero medio desde casa y a la vez asiste a clases teóricas de regata por video llamada con su entrenador.
"Todos los sábados me conecto con mi entrenador a clases en las que aprendemos de situaciones de peligro que se presentan en el agua y también repasamos técnicas, porque puede ser que te veas complicado cuando suba la marea y el viento o la corriente", finalizó la joven pro mesa.
Camila Rojas Vargas
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