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Volvió a la cancha

Rocío Gómez, ex capitana de las "Lobitas", retomó la temporada en Francia junto a su equipo Club SHBC La Motte-Servolex. Todo deporte colectivo estuvo prohibido en el país europeo hasta julio.
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La pandemia por COVID-19 azota a Latinoamérica y puede que el fin del confinamiento se vea más lejos de lo que se quisiera, pero en algún punto las actividades y entrenamientos deportivos se retomarán en totalidad. Para estar bien preparados es importante aprender de la experiencia de los que ya pasaron por el proceso.

En Francia los deportes colectivos estuvieron prohibidos hasta julio a pesar de que la cuarentena obligatoria fuese levantada en mayo, así lo cuenta la handbolista Rocío Gómez, seleccionada nacional oriunda de Quilpué que reside hace dos años en la ciudad de La Motte-Servolex en la región de Ródano-Alpes.

Gómez volvió a las canchas recién a principios de agosto junto a su equipo Club SHBC La Motte-Servolex a jugar el primer partido desde que la expansión del virus en el continente cancelara la temporada, aunque cuenta que el proceso de preparación para el retorno tomó dos meses bajo estrictas medidas.

"El 20 de mayo retomamos los físicos una vez por semana, al aire libre y sólo se permitían 10 jugadoras respetando la distancia física entre nosotras todo el tiempo. Era lo único que podíamos hacer como equipo porque los gimnasios, recintos y todo deporte colectivo estuvo prohibido hasta fines de julio", relata la ex capitana de las "Lobitas". Pero la espera terminó y el balonmano volvió al ritmo habitual, ahora entrenan cuatro veces a la semana y cada fin de semana juegan un partido.

"Ya no hay medidas de distancia, volvimos a entrenar de manera normal, ya dentro del gimnasio, pero antes de comenzar nos toman la temperatura y al más mínimo síntoma o sospecha de contagio no debemos presentarnos al entrenamiento e ir por una orden médica para aplicar el test", explica la jugadora central.

Es claro que el virus no está extinto, además en las últimas semanas se han reportado rebrotes donde en meses anteriores se ubicó el epicentro de la pandemia como España, Italia y Francia, por esto es que la handbolista siente que "es una época de suma responsabilidad personal. En el día a día debemos ser cuidadosos para no contagiarnos, no sólo por uno, sino pensando también en las compañeras del equipo, tenemos que usar mascarilla en buses, tiendas y sobre todo en el centro de la ciudad y mantener distancia con los demás", reflexiona deportista de 22 años.

Gira suspendida

A Rocío la pilló el alza en los contagios de COVID-19 en España cuando estaba de gira en el mes de marzo con las chilenas de la selección nacional junior, más conocidas como las "Lobitas". El equipo nacional tenía programados ocho partidos, de los cuales sólo jugaron dos en la ciudad de Palencia. Desde allí no pudieron continuar, a causa del virus, con el tour que seguía en Valladolid. Gómez tuvo que devolverse a Francia mientras que las chicas que viven en Chile se hospedaron en una residencia para cumplir con la cuarentena obligatoria que dictó el país mientras encontraban vuelo de vuelta al país.

"Desde marzo a mayo estuve en confinamiento pero la verdad se me pasó muy rápido. Aproveché de leer, ver series y descansar. Tuve la suerte de que aquí en Francia teníamos derecho a salir una hora al día para tomar aire así que salí todos los días", pero aunque el tiempo le sirvió de relajo, el deporte siempre estuvo presente. "Para entrenar me tuve que adaptar a lo que había, para hacer musculación me las ingenié tomando un palo de escoba y en ambos extremos puse una bolsa de supermercado llena de mercadería, le metí arroz, fideos, cajas de leche, lo que tenía, y la utilizaba como barra".

"Ya no hay medidas de distancia, volvimos a entrenar de manera norma, ya dentro del gimnasio..."

Rocío Gómez

Camila Rojas Vargas

La Estrella de Valparaíso