Priscilla Barrera Ll.

Hasta la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados llegó la denuncia colectiva presentada el 18 de junio pasado por 150 apoderados del Colegio Alborada de Curauma ante el Sernac tras la interrupción del proceso educativo 2020 dispuesta a mediados de marzo producto de la pandemia por el COVID-19.

En carta enviada a los apoderados, los integrantes de la citada comisión señalaron su "especial preocupación por situaciones como ésta, que se repiten en otros establecimientos educacionales del país".

La denuncia por cambio unilateral de la prestación del servicio contratado a la Sociedad Educacional Alborada de Curauma S.A.,y la solicitud de una rebaja del arancel anual, fue presentada ante el Servicio Nacional del Consumidor por intermedio de la Corporación Nacional de Consumidores y Usuarios Asociación de Consumidores (Conadecus).

Casi tres meses después de presentada la denuncia, el Sernac respondió el pasado 1 de septiembre negativamente a la solicitud, señalando que materias como la señalada deben ser de conocimiento de la Superintendencia de Educación.

"Informamos que con fecha 26 de agosto del presente año, este Servicio procedió a derivar vuestra solicitud de apertura de procedimiento voluntariocolectivo a la Superintendencia de Educación, a fin de que aquella pueda realizar las gestiones de intermediación correspondientes entre los apoderados y el Colegio involucrado, dirigidas a la búsqueda de una solución adecuada para los hechos denunciados, a través de una instancia mediadora en el ámbito y ejercicio de sus competencias", se lee en el documento.

Conocida esta respuesta, el descontento entre los apoderados del colegio particular porteño es generalizado. Entre las medidas que barajan los denunciantes se evalúa no matricular a sus hijos hasta que el colegio no brinde una solución acorde a los tiempos que ha planteado la pandemia.

Que sigan la clases remotas y que se trabaje en un plan retorno pensando en el 2021, es la solicitud que hacen profesores y funcionarios de diez sindicatos de establecimientos subvencionados y particulares de Valparaíso.

Karen González, profesora y miembro de la agrupación que a nivel comunal representa a diez sindicatos, con un total de 340 trabajadores, afirmó que "nosotros pedimos que se sigan manteniendo las clases remotas y que se trabaje en planes de retorno para el próximo año porque necesitamos darle tranquilidad, tanto a los trabajadores como a sus familias, de que vamos a continuar de esta manera para no exponernos a contagios".

González, junto a otros dirigentes de estos planteles, se reunió ayer con el alcalde Jorge Sharp para solicitar su apoyo ante el discurso reiterativo del Ministerio de Educación respecto al posible retorno a las clases presenciales en los establecimientos escolares.

La dirigenta declaró que "muchos trabajadores están con el temor a cuestas, porque tienen familiares que han fallecido de COVID-19, por lo tanto, hablarles de retornar a los establecimientos escolares les causa pánico. A esto se suma un dato súper importante, y es que muchos asistentes de la educación, que son los tíos del aseo y los funcionarios de los colegios son personas mayores y están dentro del grupo de riesgo", añadió González.

En ese contexto, cabe recordar que hace unos días la municipalidad porteña acordó con Centros de Padres y Apoderados de escuelas y liceos municipales de Valparaíso no validar el retorno a clases presenciales por lo que resta de este año para los niños, niñas y jóvenes de estas comunidades educativas.

En tanto, el jefe comunal enfatizó que "cuando hablamos del cuidado de la salud de las personas, lo hacemos desde una perspectiva universal. Es por eso que accedimos a reunirnos con los representantes de profesores y trabajadores del sistema educativo particular y subvencionado, quienes se manifiestan muy preocupados por el insistente discurso del retorno a clases, preocupación que compartimos ya que son cientos las familias porteñas que se educan en este sistema".

Trabajar un proceso de diálogo participativo con porteños y porteñas, que tenga la activa colaboración de las universidades miembros de Consejo de Rectores de Universidades de Valparaíso (CRUV) planteó el presidente del Directorio de Puerto Valparaíso, Fernando Ramírez, en la reunión del Consejo de Coordinación Ciudad Puerto que sesionó ayer.

"Este proceso de diálogo nos permitirá consolidar la necesidad de potenciar la vocación portuaria de Valparaíso, que hoy convive con otras vocaciones, y -por ende- conocer lo que piensan los porteñas y porteños", destacó Ramírez.